La presencialidad en el mundo laboral tiene muchos más detalles de los que parece. Es un aspecto fundamental en cualquier empresa y una clara muestra de compromiso y profesionalidad, tanto con los compañeros como con la carga de trabajo. Sin embargo, hay detalles que no todo el mundo conoce.
Normalmente, se escuchan situaciones en las que un empleado llega tarde a su puesto de trabajo por parte de un empleado. Asimismo, existe el caso contrario: llegar demasiado pronto al trabajo, algo que, por increíble que parezca, puede tener consecuencias.
El extremo contrario
El creador de contenido y abogado laboralista Ignacio de la Calzada, conocido como ‘Un Tío Legal’ (@ un_tio_legal_) y con más de 800.000 seguidores en Instagram, cuenta en un vídeo de sus redes sociales algunas claves sobre llegar demasiado pronto al puesto de trabajo.
En su grabación, este jurista analiza el impacto que puede llegar a tener este hábito no solo en la compañía, sino en la relación entre el superior y el empleado, así como con la política interna, la cultura laboral y las obligaciones.
¿Despedido por llegar tarde?
“¿Sabías que te pueden despedir por hacer horas extras y llegar demasiado pronto al trabajo? Sí, por llegar antes. Una trabajadora de Alicante es despedida por llegar entre 30 y 45 minutos antes a su puesto de trabajo, pensando que así quedaba mejor con la empresa. Pero no, la despidieron y cero euros de indignación”, explica el protagonista.
De acuerdo con el abogado laboralista, esta empleada tenía que empezar su jornada a las 7 y media de la mañana, pero habitualmente llegaba entre media hora y 45 minutos antes. “Según ella y esta es su versión, ‘tenía muchísima carga de trabajo y tenía que hacer horas, tenía que estar más dedicada’”, matiza.
“Esto no lo pudo demostrar. Entonces, la empresa lo que le decía es: ‘No puedes llegar tan pronto, tienes que llegar a tu hora’. Se lo requirió verbalmente en varias ocasiones e incluso formalmente se lo hizo a través de una carta”, indica el ahogado laboralista.
Personas trabajan en la oficina
Desenlace fatal
“Independientemente de la comunicación, esa empleada continuó llegando pronto, al final le hacen un despido disciplinar, y la sentencia le dio la razón a su jefe. Yes que el juzgado entendió que llegar antes afectaba a la organización interna de la empresa, generaba descontrol en el registro horario y rompía la confianza empresarial”, señala en su vídeo ‘Un Tío Legal’.
El influencer aclara que la empresa tiene la obligación de registrar las horas. “Evidentemente, si haces más horas, eso implica que son horas extras. Pero si tu empresa te prohíbe hacer esas horas, precisamente como en este caso, no puedes hacerlas”.
“Es decir, aunque llegues por buena voluntad antes, si no está autorizado, se puede considerar un incumplimiento contractual insuficientemente grave como para despedirte. Siempre que, igual que en este caso, sea proporcional. No fue la única vez, sino que hubo varios avisos previos”, añade el jurista.
Una trabajadora en una oficina.
Una lección importante
Finalmente, el creador de contenido aporta un consejo muy a tener en cuenta: “La jornada empieza cuando empieza, y termina cuando termina. Si quieres quedarte antes o quedarte más horas, que quede por escrito autorizado. Si no, te puede caer un despido como a esta trabajadora”.