‘Hogwarts Legacy’ vuelve al cinematográfico universo de la magia

Ya han pasado varios meses desde el lanzamiento de uno de los videojuegos más esperados del año, el Hogwarts Legacy, que en esta nueva aventura nos invita a acudir al colegio de magia y hechicería en calidad de alumnos personalizados a nuestro gusto que van a cursar el quinto año de esta peculiar especialidad.

Para muchos seguidores de la saga de libros y películas de Harry Potter ha sido un sueño hecho realidad poder recorrer los pasillos del castillo, subir y bajar por esas escaleras que ya en La piedra filosofal descubrimos que cambiaban a placer, y descubrir la multitud de salas secretas que esconde este edificio que muchos niños -y no tan niños- soñaron con conocer.

Pero, ¿qué similitudes encontraremos entre las películas de Harry Potter -y Animales Fantásticos- y este nuevo videojuego? Que, dicho sea de paso, se rumorea ya una segunda parte, y se habla también de uno dedicado exclusivamente al deporte más famoso de este universo, el Quidditch, bajo el nombre de Harry Potter: Quidditch Champions.

Pues bien, en el Hogwarts Legacy descubriremos ya al comienzo del juego que este será, precisamente, un deporte que no vamos a poder practicar ya que, como explica el director Phineas Nigellus Black, un accidente ocurrido a un alumno ha obligado a cancelar la temporada, algo que algunos jugadores han echado de menos. Lo que sí se podrá es viajar en escoba por cualquier lugar del mapa, que nos permite recorrer desde Hogsmeade, el pueblo más cercano a Hogwarts, hasta los territorios al sur, donde grandes peligros acechan.

Pero esa no será la única montura que encontraremos disponible, y es que una de las misiones desbloquea un hipogrifo -esos que ya pudimos conocer en la película de El Prisionero de Azkaban-, y otra de las misiones nos invitará a conocer a nuestra siguiente montura, un graphorn. Además, con el paquete de Artes Oscuras que se incluye con algunas de las ediciones del juego se puede desbloquear a los thestrals, aquellas criaturas que solo quienes habían conocido la muerte de cerca podían ver, y que conocimos en La orden del fénix, a raíz de que Harry empezara a verlos tras ser testigo de la muerte de su amigo Cedric Digory en El cáliz de fuego.

En el Hogwarts Legacy puedes cabalgar a lomos de un hipogrifo. Cedida

Y la pregunta más importante que acechará a muchas personas es en qué época se ambienta el videojuego. Y es que nos encontramos en plena rebelión de los duendes, y por supuesto la estética ya nos indica que nos encontramos antes de lo sucedido con Harry Potter y sus amigos. Pero también antes de los sucesos de Animales fantásticos, una saga de películas protagonizada por Eddie Redmayne (La chica danesa, La teoría del todo) y cuyos acontecimientos se dan antes del nacimiento de Harry y del encumbramiento de Lord Voldemort. Concretamente, el villano de esas películas es Grindelwald (interpretado por Johnny Depp y por Mads Mikkelsen en las diferentes películas de esta mágica saga llena de criaturas que, dicho sea de paso, pueden encontrarse ahora en el juego). Y, a pesar de todo, el Hogwarts Legacy nos lleva aún más atrás. Si el universo de Harry Potter nos sitúa en los años 90 y Animales Fantásticos en los 20-30, el Hogwarts Legacy nos lleva directos a finales del siglo XIX, un siglo antes de que Harry recorriera esos mismos pasillos.

Es por eso que muchos de los sucesos que se producen en el videojuego son nuevos también para los seguidores de la saga, que se encontrarán, como les comentamos, con una rebelión en ciernes, la de los duendes. Y a partir de ahí el personaje que escojamos tendrá, por una parte, que asistir a algunas clases para ir cumpliendo misiones y obteniendo hechizos, y por otra parte explorar el mundo que se abre ante él para conocerlo en profundidad e ir desbloqueando rincones remotos y otras misiones que nos proporcionarán premios, entre los que se encuentran prendas de ropa que pueden hacer que la defensa y el ataque aumenten, y monedas con las que comprar pociones, plantas y todo lo necesario para salir airosos de los retos a los que tocará enfrentarse por el camino.

Maldiciones imperdonables

Y, como ya ocurriera en El cáliz de fuego, cuando conocimos las denominadas maldiciones imperdonables, aquí también podremos desbloquearlas y utilizarlas. Se trata de la Maldición asesina (Avada Kedavra), la Maldición Cruciatus (Crucio) y la Maldición Imperius (Imperio). Aunque es recomendable usarlas con moderación.

Pero, sin duda, una de las curiosidades más mágicas de este juego nos recordará a Animales fantásticos. Y es que tendremos la posibilidad de capturar en un maletín a algunas de las criaturas que nos encontremos por el camino, a las que podremos llevar con nosotros y cobijarlas en la sala de los menesteres, esa que en las películas de Harry Potter se presentaba para quienes la necesitaran en la forma que estos precisaran. En el videojuego se aparece como una sala de entrenamiento polivalente, en la que podremos cultivar plantas, crear pociones, y esconder a tantas criaturas como queramos, dándoles la oportunidad de resguardarse de los cazadores furtivos que solo quieren de ellas sus propiedades mágicas, y cuidarlos y darles todas las comodidades que necesiten. Una opción de juego que en ocasiones recuerda al NintenDogs, con la posibilidad de cepillarlos y alimentarlos, e incluso de jugar con ellos.

Y al hablar de este videojuego tampoco podemos obviar el hecho de que podremos escoger la casa a la que perteneceremos durante el curso lectivo. Al comienzo del juego, al fin y al cabo, hay que responder a una pregunta y en función de la respuesta se asigna Hufflepuff, Ravenclaw, Gryffindor, y por supuesto Slytherin. Aunque, de no estar en la casa deseada, siempre se puede cambiar una vez respondido el cuestionario. Todo para poder exprimir al máximo esta experiencia basada en el universo creado por J.K. Rowling.