Las obras de rehabilitación del edificio Hijos de Gabilondo, un proyecto clave en la futura transformación del entorno de Urkizu-Barrena en Eibar, ya han comenzado.
Este lunes se han dado los primeros pasos para la materialización efectiva de un proyecto que cuenta con un presupuesto de 6,1 millones de euros y va a ser ejecutada por la empresa Miguel Imaz S.S. Las obras tienen un plazo de ejecución de 88 semanas.
Un edificio con mucha historia
El desarrollo del proyecto posibilitará recuperar el edificio original de 1938, diseñado por Raimundo Alberdi sobre el cauce del río Ego, tras la eliminación de las ampliaciones que se llevaron a cabo posteriormente.
Todo ello permitirá ensanchar aceras, habilitar nuevos aparcamientos y crear zonas de esparcimiento.
Emprendizaje y esparcimiento
El edificio se presenta como un foco de dinamismo económico y apoyo al emprendimiento local, con su futuro aprovechamiento como espacio para acoger proyectos empresariales.
En ese ámbito se incluye también la apertura al público de la cubierta del edificio, que pasará a convertirse en un espacio urbano con zonas de encuentro aderezadas con elementos de juego.
El proyecto va más allá y se acompañará también de un área específica para el estacionamiento de vehículos en el extremo este y de un área verde y renaturalizada en la zona oeste.
Un proyecto estratégico
La puesta en marcha del proyecto, fruto de un acuerdo alcanzado hace unos años por los grupos municipales PSE-EE y EH Bildu, fue valorada de manera muy positiva por el alcalde de la localidad, Jon Iraola.
“El inicio de las obras marca un hito para la ciudad. No se trata solo de rehabilitar un edificio emblemático, sino de reactivar una zona que durante años ha estado infrautilizada. Queremos que Hijos de Gabilondo se convierta en un motor de actividad económica, en un espacio para el emprendimiento y en un nuevo punto de encuentro para los eibarreses y eibarresas. Esta obra simboliza nuestra apuesta por un Eibar más vivo, más moderno y más humano”.