Política

Guía para despedirse de la legislatura en Navarra

Los parlamentarios tienen una lista de deberes antes de dar por definitivamente terminada su legislatura: hacer una última declaración de bienes, dar de baja sus servicios digitales y hacer el trámite para, si lo piden, cobrar cesantías
El Parlamento de Navarra, en el último pleno de la legislatura.
El Parlamento de Navarra, en el último pleno de la legislatura.

La legislatura acabó el 4 de abril. Ese día se disolvió el Parlamento y a partir de ahí casi todo queda suspendido hasta que se forma el próximo hemiciclo. Pero hasta entonces los parlamentarios, sobre todo aquellos que no van a repetir, tienen que hacer una lista de deberes para zanjar todos los detalles administrativos de su condición, particular como pocas. Desde hacer una última declaración de bienes hasta darse de baja de los servicios digitales –con promoción especial en ordenadores y móviles–, pasando por los trámites de aquellos que opten por cobrar cesantías, una especie de paro para los parlamentarios que no puedan reincorporarse a un puesto de trabajo o no encuentren acomodo fuera. El Parlamento ha elaborado varios documentos donde detalla, paso por paso, qué se debe hacer.

Declaración de bienes

Lo primero, una última declaración de bienes. Los parlamentarios están obligados a hacer una cada año, aunque a diferencia de la de otras instituciones no se hace pública. Es algo que va a cambiar en la renqueante reforma del reglamento de la Cámara. Pero ahora deben hacer otra y depositarla ante la letrada mayor antes del 1 de julio.

Lo siguiente es deshabilitar la cuenta de correo electrónico de cada parlamentario. Es un proceso que va aparejado al formateo de los ordenadores de cada parlamentario. Se tiene que hacer entre que se disuelve la Cámara y se celebran las elecciones del 28 de mayo. Hasta entonces, los parlamentarios recibirán tanto los boletines de noticias como los dossieres de prensa. Pero desde el momento en el que se les formatea el ordenador, el Parlamento solo guardará de ellos una dirección de correo electrónico personal para “recibir notificaciones e invitaciones para futuros actos institucionales”.

Seguros de vida

También hasta la fecha de toma de posesión del próximo parlamento conservarán los actuales cargos el seguro de vida y accidentes del Parlamento.

Eso sí, la condición de exparlamentario les permite el acceso a los recursos de la biblioteca del Parlamento y seguir recibiendo, si quieren, los boletines de publicaciones y novedades bibliográficas. La Cámara, en un informe de marzo, solicita a los parlamentarios que devuelvan cuanto antes los libros que hayan retirado.

Cesantías

También es ahora cuando los parlamentarios que no vayan a seguir tienen que pedir el derecho a la cesantía. Es una especie de paro que se abona en doce mensualidades iguales y que se calcula con la remuneración de 45 días por cada año en el cargo, hasta un máximo de 180 días. El presidente tiene derecho al 80% de la anualidad con un máximo de 24 meses y los funcionarios de carrera no pueden cobrarla. Tienen que pedirla en los quince días posteriores a la disolución de la Cámara –es decir, que se tramita ahora–.

Y, por último, tienen que zanjar qué ocurre con sus equipos tecnológicos. Este tema tiene dos patas: por un lado están los teléfonos móviles, y por otro los ordenadores portátiles. Al margen de qué suceda con esos dispositivos, los parlamentarios los tienen que llevar al servicio técnico para que los formateen y desinstalen los softwares propios del Parlamento, así como las licencias de ofimática –los parlamentarios sí que tienen software propietario, a diferencia de otras partes de la Administración– y las cuentas de correo, VPN’s y demás.

2023-04-08T06:00:08+02:00
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