Fallece el primer presidente de la Audiencia Nacional, Rafael de Mendizábal

El primer presidente de la Audiencia Nacional y exmagistrado del Tribunal Constitucional Rafael de Mendizábal Allende, autor de la hoja de ruta para el reconocimiento del Partido Comunista en 1977, falleció la pasada noche a los 95 años de edad.

La capilla ardiente está ubicada en la sala 7 del Tanatorio de la Paz, en el municipio madrileño de Alcobendas, y el entierro será mañana domingo 12 de marzo a las 12.30h, ha informado este sábado la Comisión de Arbitraje de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) que presidió hasta 2015.

Nacido en Jaén el 10 de agosto de 1927, Rafael de Mendizábal ocupó numerosos cargos de responsabilidad en democracia como magistrado del Tribunal Constitucional, presidente de Sala del Tribunal Supremo, presidente de la Audiencia Nacional, juez ad hoc del Tribunal Europeo de Derechos Humanos o consejero del Tribunal de Cuentas.

Doctor y Licenciado en Derecho por la Universidad Central de Madrid, y Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense, fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad Autónoma «Benito Juárez» (Oaxaca, México).

Ingresó en la Escuela Judicial con el número uno de su promoción, en 1953. Luego, de 1946 a 1954, fue funcionario del Cuerpo General de la Administración de la Hacienda Pública y del Tribunal de Cuentas.

Todavía en el franquismo, de 1954 a 1961, fue juez de Primera Instancia e Instrucción y magistrado y presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Territorial de Burgos hasta 1971.

Entre 1968 y 1969 fue asesor del presidente de la República de Guinea Ecuatorial, y entre 1970 y 1971, secretario general de la Dirección de Promoción del Sáhara, siendo ambos territorios colonias españolas.

En 1971 fue designado magistrado del Tribunal Supremo, Sala Tercera; subsecretario de Educación y Ciencia, con el ministro Villar Palasí, en 1972; y vocal permanente de la Comisión General de Codificación, en 1973.

En 1976 fue, con Landelino Lavilla como ministro, director general de Justicia, y procurador en Cortes, por designación directa del Jefe del Estado, desde 1972 hasta la última legislatura, participando activamente en el proceso de instauración de la democracia.

Colaboró en la hoja de ruta para el reconocimiento del Partido Comunista el sábado santo de 1977.

Desde su creación en 1977 hasta enero de 1986 ocupó la presidencia de la Audiencia Nacional, puesto en el que fue cesado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En junio de 1987, el CGPJ lo nombró presidente de la Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, del Tribunal Supremo.

Cesó al frente de esa sala a comienzos de febrero de 1989 pero permaneció como magistrado. Además, formó parte de la Sala Especial de Revisión del Tribunal Supremo, que agrupa a 16 miembros de todas las Salas.

Como magistrado más antiguo del Supremo, en noviembre de 1990 actuó como padrino en la toma de posesión de Pascual Sala como presidente del Consejo General del Poder Judicial.

Un día después de iniciarse el juicio del "caso Amedo", el 12 de junio de 1991, el pleno del CGPJ, con 20 votos de los 21 miembros del Consejo, lo nombró de nuevo presidente de la Audiencia Nacional, puesto al que volvía después de cinco años y en sustitución de Fernando de Mateo Lage.

Fue elegido magistrado del Tribunal Constitucional en junio de 1992, con los votos del PP y el apoyo del PSOE y CiU. Con posterioridad fue electo también presidente de la sección cuarta de la Sala Segunda del Constitucional.

Era miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), de tendencia conservadora, y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, en la que fue elegido por aclamación miembro numerario en 1992.

Fundó hace 30 años Actualidad Administrativa de La Ley, revista que seguía dirigiendo, como director honorífico, hasta la actualidad.

Estaba en posesión de las Grandes Cruces como la de Isabel la Católica, Mérito Civil, San Raimundo de Peñafort, Alfonso X el Sabio, Mérito Militar y Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, Cisneros y Malta, entre otros reconocimientos.