Experta en leer el pasado del planeta en rocas, estratos y fósiles, Estibaliz Apellaniz moderó la primera jornada de Bizkaia ante el cambio climático, un evento organizado por la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País (RSBAP) que tendrá continuidad hoy lunes, mañana martes y el viernes. Cada una de sus palabras animan a una reflexión individual e incluso comunitaria. Y es que, como le gusta decir, “hablar de la historia del planeta supone hablar de este teatrillo que es la vida que se desarrolla en la Tierra. Nosotros somos parte de los actores, no los únicos aunque nos hayamos creído que lo somos. Y el teatrillo ha ido cambiando en función de cómo ha ido evolucionando el escenario”. Por eso anima a darse un baño de humildad. Ella es de las que opina que el planeta seguirá, que algún otro organismo o bacteria tomará nuestro relevo y que es el ser humano quien tiene que preocuparse por lo que está ocurriendo.
¿Cómo ha cambiado Bizkaia desde aquellos seres que ocuparon las cuevas de Santimamiñe, por ejemplo?
-No mucho. Eran periodos glaciales, más fríos, pero el paisaje no tanto. Tampoco es que llegaran a desarrollarse grandes glaciares. Aquí los cambios se produjeron hace entre treinta y cuarenta millones de años cuando se formaron los Pirineos. Hasta entonces, gran parte de lo que ahora ocupamos para vivir estaba en un medio acuático y se estaban formando rocas. Por ejemplo, el corte de Deba y Zumaia tiene fósiles acuáticos. Cuando se produjo la comprensión de la península ibérica con la zona donde está ahora Francia todos los sedimentos y las rocas de esa cuenca se plegaron y emergieron.
Sumergidos entonces…
-Si eres montañero, todos los montes de Durangaldea, tan bonitos y tan alineados, el Mugarra, Lekanda… fueron arrecifes de coral durante el cretácico superior, hace unos 60 millones de años.
La orografía montañosa se ha mantenido.
-Han cambiado el paisaje y la vegetación, según ha ido cambiando el clima, pero la orografía no tanto.
Me decía que pasaban frío las comunidades de Santimamiñe. Y si no meto la pata hay constancia de que hasta cuatro glaciaciones han afectado a bípedos marchadores, pero ahora hablamos de calentamiento…
-Hombre, después de cada glaciación hubo calentamiento… Pero del nivel que estamos sufriendo ahora creo que no.
Pues el otro día leí que una guerra nuclear nos llevaría a una Edad de hielo…
-Pues seguramente sí. De hecho, y aunque no hubiera guerra nuclear, muchos autores defienden que estamos en un periodo interglacial. Que igual que hubo cuatro glaciaciones en el holoceno, vendrá otra. No lo sé.
O sea ¿que en vez de un calentamiento haya un enfriamiento del planeta?
-De hecho, James Lovelock defiende que el planeta, al que llamó Gaia en honor a una diosa griega, funciona como un sistema físico cerrado que se autorregula. Esto es, que los calentamientos de una parte se compensan con enfriamientos por otra. Mira el agua que ha caído en Canarias y no aquí… ¿Que podría ser? Quizás.
¿Y la costa de Bizkaia y la vasca en general, se podría llegar a mediterraneizar?
-De momento, el Atlántico es muy grande y aunque le llamemos Cantábrico no deja de ser una prolongación del Atlántico. El Mediterráneo tiene la faena de que está poco comunicado, solo drena aguas a través de Gibraltar… Creo que aquí tenemos menos posibilidades de que eso se note inicialmente en los ecosistemas que viven en el mar, pero eso inicialmente porque si la temperatura sube un grado, habrá especies que puedan extinguirse o migren.
Y ese calorazo que nos ha desconcertado este verano y que nos advierten que será habitual en el futuro ¿desertizará Bizkaia?
-Creo que no. Por fortuna tenemos una orografía que es como si nos protegiera. Fíjate el verano que hemos tenido y aunque las campas estaban amarillas, que esto parecía La Mancha, los árboles sin embargo han conservado el color verde. Y la situación de los pantanos no es tan desastre como en Navarra o en el Estado. Tenemos suerte y deberíamos ser más conscientes de la suerte que tenemos. Así no nos agarraríamos berrinches por cualquier bobada. Somos unos afortunados. Tenemos agua en el grifo sin problema, un paisaje maravilloso…
Ya nos han advertido, los científicos, que el aumento del nivel del mar pone en peligro las playas.
-Sí, sin duda. Lo que pasa es que nuestras playas son de regocijo. Y los animales que viven en la playa supongo que podrán migrar, otros podrán adaptarse al nuevo escenario y en algunos ecosistemas habría extinción… Pero tú piensa en Indonesia o en Filipinas. Allí las personas viven en la misma playa…
¿Hacia dónde vamos?
-No es que quiera transmitir pesimismo, pero creo que andamos un poco tarde y que falta conciencia de la gravedad de este problema. Me gustaría equivocarme, pero creo que andamos tarde. Los combustibles fósiles están alterando la composición de la atmósfera y eso no sale gratis…
Vamos, que toca adaptarnos como lleva haciendo el ser humano miles de años.
-Decir que tenemos que consumir menos y ser más austeros te lo digo fácil, pero habrá algún otro que te dirá que el mundo necesita seguir moviéndose, dinero para comer,…
Aquellos primeros homínidos se sirvieron de la tecnología para sobrevivir a las transformaciones de sus hábitats…
-Ahora deberíamos aprovechar el conocimiento científico. Esa es la única salida. Si la solución puede venir de algún lado, es a través de los aportes de la ciencia.