Hay casos en los que, ante una enfermedad grave de un menor, los padres deben reducirse la jornada para poder dedicarle a su hijo los cuidados que su situación requiere. Algo que lleva aparejada una pérdida de ingresos ante la que, desde el año 2011, las familias cuentan con una herramienta de protección: la prestación CUME. Son las siglas de Cuidado de Menores con Enfermedad Grave. Una prestación cuya concesión y control se realiza a través de distintas mutuas que realizan, según las familias, un control "abusivo", interpretando a su conveniencia el Real Decreto que regula este asunto.
Ainhoa Urones, vicepresidenta de ASFACUME e Inga Aguirreamalloa, vocal de la asociación, han estado hoy en Onda Vasca con Txema Gutiérrez para explicar la situación en la que se encuentran. Denuncian que falta una unificación de criterios "para que todas esas 18 mutuas colaboradoras interpreten de manera correcta y no manipulen esa información a su conveniencia, siempre en contra de las familias. Porque no es que haya una mutua que diga, "Yo te doy esto, pero no te corresponde." No. El seguimiento es férreo. No se entiende esa manipulación siempre para decir que la familia poco más que se está quejando de vicio".
El principal problema reside en el listado de enfermedades. El Real Decreto cuenta con 113 epígrafes desglosados por especialidades y, al final de cada uno, se recogen, sin especificarlas, otras enfermedades derivadas que también requieran cuidados. Esto es lo que, a juicio de ASFACUME, abre la puerta "a esa interpretación torticera y totalmente sesgada en el que la mutua te dice "Es que la enfermedad de tu hijo no viene recogida en el listado". Y yo digo "Sí, está en el apartado "Bis". Pero como no viene escrito el nombre completo...". Una situación que aseguran que han puesto en conocimiento del Ministerio de Seguridad Social sin que, por el momento, hayan objetivo respuestas ni concreciones.