Bizkaia

El sector turístico se muestra cauteloso pese a los 'llenos' del puente

Un grupo de turistas atiende las indicaciones del guía en El Arenal de Bilbao, ayer domingo durante la primera jornada del 'puente'.
Un grupo de turistas atiende las indicaciones del guía en El Arenal de Bilbao, ayer domingo durante la primera jornada del 'puente'.

En el Hotel Ercilla de Bilbao, colgaron el sábado el cartel de completo. No lo hacían desde 2019. "Es un pequeño apoyo para seguir peleando", asegura Iñaki Etxeguren, su director, quien, pese a la "buena ocupación" en el puente, se muestra cauteloso. "Estos datos hay que cogerlos con satisfacción, pero para que se pueda hablar de una recuperación todavía queda muchísimo tiempo y trabajo por hacer", afirma.

Las altas tasas de vacunación, el fin de la emergencia sanitaria, el buen tiempo y las ganas de disfrutar se han aliado este puente, la primera prueba de fuego tras las vacaciones estivales, para llenar de turistas hoteles, apartamentos, casas rurales y bungalós de Bizkaia. Un motivo para la esperanza que deberá abonarse no solo en las próximas citas festivas, en noviembre y diciembre, sino todo el año. Para que el sector del turismo levante cabeza, explica Etxeguren, "no sirve solamente que durante un fin de semana pueda haber unos días de una ocupación alta, sino que tiene que ser algo que se prolongue en el tiempo y que confirme unos números mucho más estables a lo largo de meses completos, pero, viendo de dónde venimos, está claro que es un buen dato".

Ya en verano, dice el director del Hotel Ercilla, "se veía un poco la salida al final del túnel" y en este puente "las perspectivas de que podía empezar a verse una recuperación quedan confirmadas". La vacunación contra el covid, la consiguiente mejoría de la situación epidemiológica y el levantamiento de gran parte de las restricciones han contribuido a ello. "Todo anima. Siempre se genera un poquito más de confianza en el consumidor que, sobre todo, en los viajes, necesita tener una seguridad importante en el destino y en que pueda encontrar en la ciudad actividades y ocio lo más parecido a lo habitual", afirma.

Pese al brote verde del puente, las previsiones de cara al próximo mes no invitan, al menos de momento, a la celebración. "Las perspectivas todavía no son buenas. Estamos muy lejos de lo que debería de ser un mes de noviembre normal e incluso de unas cifras aceptables para esta situación. Vamos a ver hasta dónde podemos recuperar la demanda, hasta dónde se puede dar visibilidad a Bilbao para que suba el número de visitantes esta última parte del año, hasta dónde se puede generar actividad empresarial para que haya unos buenos volúmenes de viaje de negocios y hasta dónde somos capaces de organizar grandes eventos culturales, deportivos o empresariales para ver si la actividad va cogiendo unas cifras normales", dice, desplegando todo un abanico de incógnitas y con la esperanza de poder repetir una buena ocupación el próximo 1 de noviembre. "Ojalá después de pasar la fiesta de Todos los Santos y el puente de diciembre, podamos volver a tener una conversación en estos términos, pero todavía queda mucho para eso".

Reservas de pisos a 'última hora'

El director de Next Stop Bilbao, empresa que gestiona una veintena de apartamentos turísticos en Bizkaia, la mayoría de ellos en Bilbao, confirma el desembarco de visitantes estos días. "Este puente hemos tenido ocupación completa. El cliente ha sido un 50% estatal y un 50% extranjero", detalla y explica cómo, a causa de la pandemia, el "patrón de reserva" se ha modificado. "Antes la gente reservaba con un mes o mes y medio de antelación. Ahora el periodo es de quince días o menos. Las reservas para este puente han entrado la última semana de septiembre", indica. Por eso, dice, han decidido adaptarse "a estos nuevos tiempos" y cambiar su política de cancelación. "Antes era más estricta y ahora es muy flexible, a 15 días con un reembolso completo y a menos de 15 días con un reembolso parcial. Hemos apostado por ello y hemos tenido no solamente ahora, sino ya durante este verano, un retorno importante", comenta.

Teniendo en cuenta estos nuevos hábitos, no resulta extraño que para el fin de semana adosado al 1 de noviembre, lunes, solo tengan un apartamento apalabrado. "Esperamos que a partir de mediados de octubre entren las reservas para el puente de noviembre. Los fines de semana van a goteo. Hemos tenido que bajar los precios y el margen se ha reducido en un 20% con respecto a 2019", informa este profesional del sector, quien mira al calendario del año que viene con "optimismo". "Prevemos que ya en enero de 2022 sea el pistoletazo de salida porque hay una buena tasa de vacunación. Creemos también que, sobre todo, Bilbao, que estaba siendo un destino internacional, va a mejorar mucho a medida que lleguen más visitantes de los países vecinos: Francia, Portugal, Inglaterra y Alemania, que es de donde nosotros recibimos muchos turistas. Ya vemos que llegan, pero tienen que llegar más".

Familias que se juntan en campings

Tras un verano en el que el sol brilló por su ausencia, el pronóstico meteorológico se ha portado este puente dando un respiro a los campings. "La ocupación de los que hay abiertos roza el 100% en bungalós y el 50% en parcela. Dado el buen tiempo, se esperaba una buena ocupación, pero en parcela está fallando algo ya que está habiendo mucho desplazamiento hacia el Mediterráneo en busca de un clima más cálido al ser cuatro días", expone Juan Luis Sáez, presidente de la Federación de Euskadi de Campings.

Familias con hijos y parejas mayores, "muchos de ellos catalanes y vascos, aunque también hay algún extranjero", conforman el grueso de la clientela. "También hay algunos grupos de familiares que llevaban tiempo sin juntarse y han aprovechado el puente y el buen tiempo para hacerlo", comenta Sáez. De hecho, una de las preguntas que más les hacen, además de si es obligatorio utilizar la mascarilla, es "cuántas personas pueden reunirse".

Al fin de la emergencia sanitaria, que les está permitiendo "no tener que estar como policías controlando cuánta gente se junta y demás", este portavoz le ve las dos caras. "La sensación es de esperanza de que siga yendo a mejor, pero también de inquietud ante la incertidumbre de qué pasará a partir de ahora que se quitan los aforos y tenemos más libertad, si van a seguir los buenos datos de contagio o volverá a ponerse el estado de alarma, cómo se va a comportar la gente...", se plantea.

Dado que los clientes "suelen esperar a última hora para asegurarse de que va a hacer buen tiempo", los campings tienen "pocas reservas para el último fin de semana de octubre y ninguna para el de diciembre". Pese a todo, dadas las circunstancias, el balance no resulta del todo negativo. "Este año, aun con las restricciones y teniendo en cuenta que la mayoría hemos estado algún mes cerrados por ERTE, no ha sido malo pudiéndolo comparar con 2019 los meses abiertos. Ojalá que en 2022, aunque tengamos todavía que convivir con la mascarilla, tengamos un año completo como antes de la pandemia, ya que la gente tiene muchas ganas de salir y retomar la normalidad", confía Sáez, para quien "el sector del camping se ha reforzado en estos tiempos de pandemia, ya que la gente ha buscado salir a espacios abiertos, sin aglomeraciones, en entornos naturales".

Casas rurales repletas

Agosto fue bien; julio, "más flojito" que otros años; en septiembre no hubo mucha ocupación, y este puente tiene sus seis habitaciones llenas. "Son familias de Madrid y Barcelona, principalmente. Las reservas han sido bastante de última hora", apunta Miren Gilisasti, propietaria de la casa rural Gane Landetxea, en Barrika, quien no tenía grandes expectativas de cara a las próximas citas festivas. "Estamos en una zona rural bastante apartada y yo creo que por esas fechas la gente busca más la ciudad. Además, el día es corto ya y para el verano esto está muy bien, pero en invierno...", reconoce.

También Larrakoetxea, un alojamiento rural de 12 plazas ubicado en Plentzia, está al completo. "Una familia catalana alquiló todas las habitaciones hace tiempo", señala su dueño, Gonzalo Aumente, quien ya mira a 2022. "Llega la temporada baja y que hayan quitado las restricciones ahora no sirve de mucho. La esperanza es que el año que viene podamos hacer una muy buena temporada", dice, mientras Sáez cruza los dedos para que la pandemia remita. "Cómo nos comportemos estos meses va a ser un buen indicativo de qué pasará en 2022. Esperemos actuar con cautela y no volver a caer en picado por el bien de todos".

¿Quién estaba visitando ayer Bilbao?

2021-10-12T04:28:01+02:00
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