Sánchez rechaza la petición de Feijóo de facilitarle una legislatura de solo dos años

Alberto Núñez Feijóo ha rellenado una hoja más del calendario hasta que llegue su debate de investidura previsiblemente fallido. En su carrera hacia ninguna parte hoy ha pinchado en hueso con Pedro Sánchez, que ha rechazado la propuesta del PP para una legislatura de dos años, prorrogables, en los que se afrontarían media docena de pactos de Estado para luego llamar a las urnas. Desde Ferraz se han sacudido la oferta describiendo el contexto de los últimos meses: “Feijóo ha pasado de querer derogar el sanchismo a rogar al sanchismo”, justifican, acusándole de buscar solamente “salvar su pellejo”, en tanto que no cuenta con aliados suficientes que le aúpen a La Moncloa. Una hora ha durado el encuentro entre el presidente del Ejecutivo en funciones y el líder de la oposición, que ha pretendido visibilizar una alternativa a un escenario en el que la gobernabilidad descanse en el independentismo. “La de un gran pacto durante un tiempo para sosegar España (...) finalizar los bloques y los bloqueos y resetear nuestro país como lo hicieron los que nos trajeron hasta aquí”, ha soltado el máximo mandatario popular, que le ha planteado seis grandes acuerdos: de regeneración democrática, por el Estado de bienestar, por el saneamiento económico, por las familias, un pacto del agua y otro territorial, todo con el fin de “garantizar la igualdad entre españoles”.

El PSOE cree, sin embargo, que el único interés del PP es “ganar tiempo” de aquí al 26 y 27 de septiembre, cuando se dé de bruces con la realidad. “Feijóo no está trabajando pensando en la estabilidad de su país, sino en cómo salvarse”, considera la portavoz socialista y ministra de Educación en funciones, Pilar Alegria. “Si a alguien le quedaban dudas de que con esta investidura fallida busca su supervivencia política, con esta propuesta ha despejado cualquier duda”, ha ironizado´. Y señala: ”¿Qué nos está ofreciendo, un pacto con Vox para derogar el sanchismo en dos años?” Ha intentado convencernos de derogar el sanchismo, pero tengo que reconocerles que le han faltado actitudes de persuasión”. Es más, desde la dirección socialista entienden que Feijóo ha emprendido esta carrera hacia una meta ficticia debido a que ya siente en el cogote a competidores internos que se están preparando para sustituirle. “Se oyen los ruidos del motor de otros”, apuntan, convencidos de que el PP acabará en la oposición y por tanto “se abrirá el melón” de la sucesión de su actual mandamás.

Renovar el CGPJ

Sánchez ha aprovechado la cita para apremiarle en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva en barbecho 1.128 días, consciente además de que esta hoja de ruta de Feijóo forma parte de un plan “falso de arriba a abajo” que parte de la “no aceptación” del resultado electoral del pasado 23 de julio, cuando el PP se presentó “de la mano de Vox” con el único proyecto de derogar el sanchismo y tumbar “las leyes progresistas” aprobadas por el Gobierno de coalición. El líder socialista le ha conminado asimismo a pronunciarse con el “máximo respeto al PSOE” y le ha reprochado los “llamamientos continuos al transfuguismo” con las apelaciones de los portavoces del PP a “algunos socialistas buenos”. Pero Feijóo sigue enrocado en su Arcadia y se limita a “constatar” que Sánchez “prefiere pactar con independentistas”, a los que ve “envalentonados”, y buscar encaje a sus exigencias, en tanto que lo que antes eran indultos ahora son amnistías y referéndum. “No quiere disminuir la tensión y polarización de la vida política, y resetear nuestro país”, ha zanjado el presidente del PP. “El PSOE ha podido escoger, pero su pretensión es buscar encaje a las exigencias parciales de los partidos minoritarios que no respetan la Constitución. Prefiere las desigualdades financieras entre territorios, pactar con los independentistas, negociar amnistías, referendos y con grupos parlamentarios que no cumplen los requisitos del Reglamento”, ha explicitado.

En todo caso, Feijóo proseguirá con su ronda de contactos hasta ese debate donde fijará su modelo de “igualdad entre españoles”, aunque asume que esta defensa le puede impedir ser investido presidente. “Yo no quiero ser presidente del Gobierno a costa de la igualdad de los españoles, no quiero serlo. No lo voy a hacer porque no sería coherente con mi biografía política y no sería coherente con el papel del Partido Popular durante estos 45-47 años de democracia en España”, ha subrayado, saltándose de nuevo el sistema parlamentario y amparado en el sostén del resultado electoral, vara de medir que no emplea en otros feudos. Su lectura del 23-J es que los ciudadanos han rechazado los bloques y que casi 16 millones de ciudadanos escogieron la papeleta del PSOE o del PP, que suman 258 diputados, mientras que los independentistas solo representan un 6% y no deberían condicionar al 94% restante. “Tenemos una obligación histórica, proteger al Estado de estas exigencias (de los independentistas) que son inconstitucionales, discriminatorias y que no estaban en nuestros programas, ni han sido consultadas a los ciudadanos, por lo que no tenemos autorización para aceptarlo”, ha advertido, excluyendo pues al soberanismo del juego aritmético de la gobernabilidad y transversalidad. Insistiendo en que solo aparta a EH Bildu de las conversaciones, y no a Junts, Feijóo se reunirá con Vox y espera que “los 18 partidos” de Sumar deleguen en Yolanda Díaz.

Sin 'gran coalición'

Curiosamente, el líder del PP no ha trasladado la opción de una “gran coalición” del bipartidismo tradicional porque “esa hipótesis mientras el señor Sánchez sea el secretario general del PSOE no es posible, por eso no le he planteado una cuestión que sé que con él no es posible”. En cambio, pide una reflexión al PSOE sobre un gobierno del PP con 15 ministerios en el que está dispuesto a dar entrada a personas “de reconocido prestigio, independientes, que no militen” en su partido. Y lo de renovar el CGPJ antes del 31 de diciembre, pues cuando él gobierne, porque no ha recogido el guante sino que sigue subordinando ese proceso a la reforma del sistema, en la que el PP pide que sean los magistrados los que elijan directamente a sus vocales, en lugar de las Cortes.

Si el PSOE descarta la proposición de Feijóo, Podemos la repudia. Su coportavoz, Pablo Fernández, ha indicado que el líder del PP se está “arrastrando cual babosa para intentar gobernar, algo que no sucederá, es dantesco y patético”. También la portavoz de En Comú, Aina Vidal, le ve “desesperado, dando palos de ciego”. “Ahora resulta que está dispuesto a gobernar con quienes hace 15 días representaban el fin de España. Habrá gobierno progresista y plurinacional tal y como votó la ciudadanía”.

Perece agosto y Feijóo se adentra en el mes de su investidura ficción.