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El instinto de Óscar de Marcos

El de Laguardia culmina con un gran desmarque y una precisa definición un genial taconazo de Sancet que desarboló a la frondosa zaga del Espanyol
Óscar de Marcos celebra su gol frente al Espanyol, que dio la victoria al Athletic.
Óscar de Marcos celebra su gol frente al Espanyol, que dio la victoria al Athletic.

El Athletic tenía el partido donde quería, jugando en campo contrario, logrando acular al Espanyol en las proximidades de su área. Los leones, apenas sin gozar de espacios interiores ante la acumulación de jugadores en la zona, buscaban abrir brecha con centros laterales, con Nico Williams buscando el desborde y Yuri Berchiche y Óscar de Marcos centrados en la persecución de ese centro que llegara en una situación ventajosa a algún compañero. Nada de eso sucedía. Los rojiblancos acumulaban disparos como si fuera un pelotón de fusilamiento, con arsenal infinito, sin escatimar en el intento, aunque los lanzadores parecían más bien francotiradores, por eso de la distancia, que no por la precisión. Los tiros apenas llevaban peligro para el guardameta Joan García, que, aunque acechado, viendo venir las balas, apenas tuvo que estirarse en una ocasión tras un disparo de Alex Berenguer.

El Athletic ha vivido varias situaciones así esta misma temporada. Logra conducir la pelota hasta la zona de los tres cuartos del campo, no necesita alardes en la creación y su presión alta le permite robos en las cercanías del área, pero ahí es cuando se echa en falta algún detalle técnico. Algún gesto o pase que marque la diferencia, que propicie una gran ocasión. De eso carecía un buen equipo de Ernesto Valverde, que en 26 minutos sumaba 10 disparos en su mayoría desde la distancia. Cierto es que el Espanyol era mero espectador de las intentonas de los leones, que arañaban pero no mordían. Fuegos de artificio.

El Athletic - Espanyol en imágenes Pablo Viñas

Fue entonces cuando se hizo la luz en una noche cerrada, gélida y mojada, cuando la clarividencia asistió a San Mamés. Oihan Sancet, como norma general un maestro del juego de espaldas, recibió un pase y su cogote vio lo invisible, lo que nadie puede ver sin ojos que contemplen, la incorporación desde la banda de Óscar de Marcos. Sancet dio un taconazo y, aunque el balón tocó ligeramente en Cabrera, dejó a De Marcos solo contra el portero. Fue un regalo de los que solo hacen los buenos amigos, los íntimos, los que te quieren, y el Athletic es una familia, se cuenta.

El lateral de Laguardia, incombustible pese a la edad, valedor de esa virtud que Marcelo Bielsa señaló como ejemplificante en charlas impartidas ya lejos de Bilbao, su capacidad de desmarque, recogió la pelota como ejemplo de pundonor, de fe, de no rendirse ante cualquier opción, y se plantó ante el arquero espanyolista para batirle con un disparo raso al primer palo.

Era la primera gran ocasión de la tropa de Valverde, producto de ese genial detalle de Sancet para desarbolar a la frondosa defensa visitante. Y así, con esa maniobra de calidad, De Marcos recuperó su idilio con el gol. 395 días después volvía a mandar un balón a la red. En esa ocasión anterior, su tanto concedió tres valiosos puntos frente al Betis en liga. De Marcos saltó al terreno de juego desde el banquillo en el minuto 55 y en el 89 marcó el gol. Esta vez el tanto fue en el minuto 27 y adelantó a los leones en el marcador en los octavos de final de la Copa. El capitán ante la ausencia de Iker Muniain impulsó al equipo hacia la siguiente ronda. Quizá algo insospechado por su condición de defensor, pero no tanto por hacer lo que requería el partido ante una zaga acunada en su portería, con exceso de efectivos en zonas interiores. De Marcos, al igual que Sancet, fue un visionario que con una carrera en su debido momento, precisa, generó ventaja. Su instinto le concedió la posibilidad del gol que no desaprovechó.

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Segundo jugador con más minutos

Desde la llegada de Valverde el peso específico de De Marcos es inmenso. El lateral derecho ha participado en todos los partidos disputados esta temporada excepto uno, precisamente de Copa, frente al Eldense. El defensor alavés es el segundo jugador que más minutos ha disputado de toda la plantilla teniendo en cuenta todas las competiciones, con 1.600. Solo Nico Williams (1.646) posee un mayor índice de participación, porque contra el Espanyol superó a Unai Simón (1.530), el otro que figuraba por delante. Frente a los periquitos, además de aportar en la faceta ofensiva con la jugada del gol y otras incursiones y centros desde la banda, cerró el flanco derecho del Athletic en términos defensivos. Un gran partido de De Marcos, que hizo valer su virtud, su instinto.

2023-01-19T21:23:03+01:00
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