Vida y estilo

Doce objetos que nunca deberías limpiar con el aspirador

Al tratarse de un aparato eléctrico, aspirar cierta suciedad con él puede causar daños irreparables en el electrodoméstico e incluso poner en peligro tu hogar
Los aspiradores son muy prácticos para la limpieza de las alfombras.
Los aspiradores son muy prácticos para la limpieza de las alfombras.

El aspirador, ese pequeño electrodoméstico que revolucionó el mundo de la limpieza hace ya más de un siglo, llegó para hacernos la vida más fácil y se ha convertido en un instrumento imprescindible en el hogar.

Aunque su inventor fue el británico Hubert Cecil Booth en 1901, el encargado de desarrollar el primer aspirador portátil, precursor del que conocemos hoy, fue el norteamericano Murray Spengler en 1908. No fue hasta principios de los años 60 cuando se empezó a popularizar su uso, siendo al principio considerado un producto de lujo.

Este aparato eléctrico, mucho más eficaz y cómodo que el tándem escoba-recogedor para aspirar la suciedad que se acumula en casa, utiliza una bomba de aire para aspirar el polvo y todas esas partículas pequeñas que se acumulan en suelos, alfombras, cortinas, baldosas y en cualquier tipo de superficies.

Puedes encontrarlo en distintas versiones: de trineo, de escoba, de mano o los modernos robots, los cuales, surgidos en los años 90, han supuesto un auténtico salto cualitativo ya que funcionan solos.

El aspirador en sus distintas versiones.

El aspirador en sus distintas versiones. Freepik

Sin embargo, aunque el aspirador nos sea de gran ayuda a la hora de limpiar, no podemos utilizarlo para todo. De hecho, al tratarse de un aparato eléctrico hay que tener mucho cuidado de qué aspiramos con él para no causarle daños irreparables e incluso para evitar accidentes en el hogar.

Doce objetos que no deberías limpiar nunca con el aspirador son:

- Líquidos y alimentos húmedos. Líquidos derramados o productos frescos no pueden ser limpiados con el aspirador, ya que pueden obstruirlo y dañar el motor debido a la humedad. Además, las comidas pueden pudrirse dentro del aspirador y desprender mal olor.

- Polvo de construcción. Si estás de obras en casa, no caigas en la tentación de tragar el polvo con el aspirador. Los desechos de la construcción se componen de partículas muy finas que pueden obstruir los filtros o la bolsa, quemar el motor o liberar esas sustancias de nuevo al aire.

- Cenizas y brasas de la chimenea. Al igual que el polvo, las cenizas son partículas tan finas que si las aspiras, volverán a salir por la parte trasera del aspirador. Ni se te ocurra aspirar brasas candentes, ya que podrían incendiar la bolsa y causar graves daños en el aparato y en tu hogar.

- Cables eléctricos. Si no tienes cuidado de retirar los cables, el cepillo que recoge la suciedad del suelo puede pasar por encima de estos y romper su cubierta exterior, dejando al descubierto los conductores de su interior con el peligro que eso conlleva.

Un robot limpia un suelo de madera.

Un robot limpia un suelo de madera. Freepik

- Maquillaje y cosméticos. Maquillajes, bronceadores, sombras de ojos, coloretes e incluso trozos de pintalabios pueden derretirse y causar graves daños dentro del aparato. Además, si se quedan en el cepillo del aspirador puedes esparcir la suciedad por el suelo o por las alfombras.

- Mechones de pelo. Una cantidad considerable de pelos puede atascar el cepillo y estropear el motor del aparato.

- Monedas y pequeños objetos. Revisa el suelo por donde vas a pasar el aspirador, sobre todo si tienes niños. No es difícil que haya en él objetos pequeños y pesados que si los aspiras puedan romperse en pedazos, desgarrar la bolsa, estropear el motor de la aspiradora o las tres cosas.

- Cristales. Aspirar trozos de vidrio rotos podría destrozar el interior del aspirador, incrustándose en la manguera o rayando el aparato por dentro. Además, el cristal roto puede rasgar la bolsa y esparcir su contenido por todas partes.

- Restos de plantas. Las hojas y las flores muertas que se caen de las plantas de interior podrían atascar la aspiradora y descomponerse dentro causando mal olor.

- Restos de café. Aspirar posos de café puede obstruir los conductos del aspirador, estropear el motor y provocar la aparición de moho dentro de la máquina. Además, el aparato desprenderá olor a café, y no precisamente recién hecho.

- Tierra y barro. La tierra húmeda puede causar problemas en el motor del aspirador. Además, si lo pasas por moquetas o alfombras estas se mancharán y las partículas de tierra quedarán incrustadas en ellas.

- Papel triturado. Aspirar una gran cantidad de papel triturado puede atascar el cepillo y estropear el motor.

Ya lo ves, aunque el aspirador puede servirte de gran ayuda, hay ocasiones en las que es mejor que lo aparques y recurras a la escoba y al recogedor si quieres conservar intacto este pequeño electrodoméstico y además conseguir una limpieza más segura y eficaz.

2023-02-06T10:59:05+01:00
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