Día del Glaucoma: "Reivindicamos que se considere una enfermedad neurodegenerativa para avanzar en la investigación"

Se conoce como glaucoma a la enfermedad -en realidad, es todo un conjunto de enfermedades- que dañan el nervio óptico y, por tanto, pueden causar pérdida de visión y ceguera. Se calcula que unos 49.000 vascos lo padecen, y el dato alarmante es que el 40% no lo sabe. Esto se debe a que, en un primer estadio, esta enfermedad no produce síntomas y no avisa hasta que está muy avanzada y hay una gran pérdida de visión. Por este motivo se la conoce también como el "ladrón silencioso de la vista".

Cada 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, una efeméride con la que se quiere incidir en la importancia de someterse a revisiones periódicas. Delfina Balonga, vicepresidenta de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF), explica en Onda Vasca con Txema Gutiérrez: "No es sólo propio de gente mayor, también hay glaucoma juvenil. Puede darse en cualquier momento, pero es verdad que la edad es un factor. Por eso, la prevención es clave. Hay que hacerse revisiones a partir de los 40 años".

Actualidad

Cerca de 20.000 vascos padecen glaucoma y no lo saben

Noticias Taldea Multimedia

La Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) cifra en 49.000 las personas que sufren esta enfermedad en Euskadi

A día de hoy, el glaucoma no tiene cura. No obstante, colirios, medicamentos y técnicas más avanzadas, como la cirugía, pueden controlar su progresión, "Siempre y cuando se coja muy a tiempo y la gente siga los tratamientos" -puntualiza Balonga: "Si no hay adherencia al tratamiento, el glaucoma no sólo no se estabiliza, sino que avanza inexorablemente". Diversos estudios sitúan la tasa de adherencia entre un 42% y un 56%, por lo que esta jornada busca también concienciar.

Desde la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares reivindican que sea declarado y considerado una enfermedad neurodegenerativa, para fomentar así la investigación. En la actualidad, todos los esfuerzos médicos y científicos se centran en controlar la tensión ocular, pero un impulso a la investigación permitiría ir al origen y buscar cómo regenerar y recuperar el nervio óptico, lo que supondría la posibilidad de recuperar la vista que se ha perdido por el desarrollo de la enfermedad.