Cultura

“Cuando no podía ser un niño, usaba la patente de loco”

Pablo Carbonell sigue de gira en teatros y con sus bandas.
Pablo Carbonell sigue de gira en teatros y con sus bandas.

Son las seis de la tarde de un jueves y acaba de salir de la siesta y de operarse una hernia. Ha estrenado en pequeños teatros El Crédito, “una comedia ácida” sobre un hombre enfrentado al sistema bancario. Viene además de incursionar en el mundo de los sueños infantiles con los podcast de Sonora y Cuentos para dormir, sí o sí. Narrados y escritos por él mismo, apuesta por volver a los contenidos clásicos frente a una información machacona y unas redes sociales inclementes porque “es un tiempo ideal para la comedia”.

Y ahora cuentacuentos…

Me llamó Toni Garrido porque hay gente que ha vuelto un poco a la radionovela y en parte lo entiendo porque la música ha llegado a un nivel de repetición que ha perdido credibilidad. No sé si la actualidad se ha convertido en un bucle o las noticias han perdido relevancia. El hombre se ha vuelto escéptico y quiere distracciones creativas. Quiere más evasión o informaciones que impulsen la mejora de su lenguaje, su creatividad o imaginación, que son herramientas de independencia.

¿Es más fácil que te preste atención un niño o un adulto?

Pues no sé, porque como ya he llegado a una edad senecta, los niños me miran con atención, se fían de mí. Vamos, que me tienen un respeto porque tengo un aspecto parecido entre Chanquete y el abuelo de Heidi, ese estereotipo que sigue viviente. Con los niños lo tengo ganado. ¿Los adultos? Pues a veces me sorprendo dando un concierto frente a 800 personas y que estén todos callados. Ahora me ven salir con la guitarra al hombro sin más adorno y la gente se calla. No sé qué ha pasado. Me deben ver respetable.

¿Siempre ha sido un niño grande? ¿Así se ha visto a sí mismo?

Desde luego si no haces el servicio militar como es mi caso, es más fácil. Muchos artistas cuando hicieron la mili, a base de hostias y gritos, se les fue el espíritu artístico. Y sí, me veo así. Pablo quiere decir pequeño en hebreo, siempre he sido un niño pequeño y además cuando no me he sentido niño, he creído que tenía patente de loco y que podía hacer lo que me apeteciese. Me he tomado esa licencia. A parte siempre he sido muy bueno, nunca me he peleado a pesar de la pinta gamberra o el aspecto provocador. Jamás me he pegado. Siempre lo pude arreglar con mi inocencia porque la cara de tonto me ha salvado de muchas. Ahora me acuerdo de Omar Sharif diciéndole a Lawrence de Arabia (Peter O´Toole): “Tiene suerte de tener esa cara de tonto, sino le pegaría un tiro”. Algo de eso me ha pasado a mí. Tengo una capacidad de poner una cara de “yo no he sido” fabulosa.

¿En el panorama escénico es una especie de Charlot? ¿Un clown universal?

Es que yo no me tengo muy pillado. Las veces que he pensado en cómo me verán los demás ni yo mismo lo he comprendido. He jugado muchas veces a eso, a desconcertar a la gente pero es que no conozco un caso de un tío que esté preparando una gira con dos bandas, prepare una gira de teatro a la vez, colabore en la TV y se ponga a adaptar la primera obra de Plauto. 

¿Es un culo inquieto?

Debe de ser que a mi la vida no me gusta porque todo esto son cosas que hago para escapar de la Tierra. Soy un fugas con todas las de la ley. Me viene a la cabeza mi padre de cuando yo era un hombre ocupado en cogerse un colocón y obsesionado a ver cómo la podía coger más gorda. Él me decía: “Hijo mío, necesitas una cualificación profesional”.

¿Y la consiguió?

Si es que yo iba para celador, lo que pasa es que no copié en las oposiciones, no quise copiar en los exámenes de los números, de haberlo hecho ahora sería celador en Riotinto. ¡Y cómo me alegro de no haber copiado! No quise mentir en ese momento y mi vida se dirigió a un sitio que se parece mucho más a mis sueños.

Todo lo que hago es para escapar. Soy un ‘fugas’ con todas las de la ley

Pero ha hecho de todo. Ha sido humorista, cantante, actor, novelista, presentador… ¡un clásico!

Cualquier cosa menos trabajar…

Cuando uno se lo pasa bien no trabaja...

Lo peor de pasárselo bien trabajando es que trabajas el triple. Fíjate, el otro día tuve que rellenar una ficha de Estudios y puse: Graduado Escolar. Y me partí de risa. Porque efectivamente, no tengo otro título. ¡Y es genial!

Pablo Carbonell en la sesión fotografica.

Pablo Carbonell en la sesión fotografica. Juanma Vidal @juanmavidal61

Sobre todo porque denota muchas inquietudes y eso está caro de ver…

Es que la estimulación es básica. Prefiero estar haciendo algo que no vaya a ningún sitio que estar mano sobre mano. Me siento afortunado y nunca me faltó el cariño de mis padres porque, a pesar de ser un bandarra, nunca dudé que me querían mucho. Me crié en un ambiente sano.

También es dibujante… 

Es que como me aburría de una manera mortal en clase pues me dedicaba a pintar los libros y pude después hacer las portadas de Los Toreros Muertos, el emblema de Toreros con Chanclas o incluso en El Crédito he hecho un boceto del cartel. Saber dibujar es de las cosas mejores que puede aprender una persona. Quien sabe dibujar sabe terminar los trabajos, sabe proyectar y sabe imaginar. Y son herramientas que van a servirnos para algo en el mundo que viene.

Hasta pintó bares con Mikel Urmeneta en Cádiz. Cuénteme eso.

En Zahara de los Atunes pintamos dos bares que han cerrado y los grafitis se los llevaron. Uno pintaba encima del dibujo del otro o lo tachaba y le ponía un bocadillo diciendo una chorrada. Era como una conversación entre Mikel y yo a través del soporte. Ahora nuestra obra ha quedado para los siglos en el Museo del Hombre de Burgos.

Lo suyo son las colaboraciones artísticas. ¿Y Toreros con Chanclas? 

Hemos hecho una mixtura Pepe Begines de No me pises que llevo Chanclas y yo de una forma acéfala porque ninguno de los dos sabemos de quién es la idea y empezamos a cocinar la mezcla de los temas de ambas bandas. Ya llevamos tres videoclips y hacemos giras, el año pasado hicimos como 18 conciertos y este año ya tenemos unos cuantos. Una de las razones por las que me alié con Begines es porque lleva diez años sin tomarse una cerveza y yo ya he hecho tres sin probar el alcohol. He llegado a la conclusión de que a mi no me gusta beber, sino estar borracho. Eso sí, soy un borracho excelente, no la monto.

¿Y para cuándo un concierto por aquí?

Hace poco estuvimos en Pamplona, en una breve presentación en un acto de Yo fui a EGB con un acople en graves desde dentro del escenario que no se nos oía. ¡Dios mío! Y eso que iba pensando que con aquella puesta de largo en Pamplona actuaríamos en Sanfermines porque ni los Toreros Muertos ni No me pises hemos tocado nunca en las fiestas de San Fermín. Los Chanclas tienen mucha marcha y yo soy muy payaso. ¡Un cóctel perfecto para hacer el cabra!

¿Un grupo tan insolente como Toreros Muertos podría haber existido hoy? ¿Alguien se les hubiera echado encima?

Ya lo hicieron entonces y tuvimos que hacer algún sacrificio para mantener nuestro nombre. La verdad es que al ser un grupo de payasos el contraste estaba muy bien. Nos llegó a pasar que en la misma fiesta en la que iban a entregar discos de oro a Isabel Pantoja no podíamos actuar. “Pues no vamos”, decíamos. ¡Es que va a venir toda la prensa! Y nosotros decidíamos que no, que no íbamos. Pero es que nosotros no podíamos llamarnos de otra manera. Ser Toreros Muertos no era solamente el nombre de un grupo, era como un título nobiliario.

Y para que después, con el devenir del tiempo, le acabe entrevistando Fran Rivera...

Y me esperaba un señor más beligerante, en plan: “oye, que soy el huérfano de Paquirri ¿no tenéis otro nombre que poneros?”. Le pegaba un cierto colmillito. Pues el hombre estuvo encantador, es más, lo puse en Instagram y se me fueron 2.000 seguidores. Hay gente que valora mucho más lo que vota ese señor que su propia conducta y a mi realmente… ¿qué quieres que te diga? Si es que le invité a comer en casa y ¡se quedó a fregar los platos!

¿La corrección política acabará por hacernos enmudecer? 

Es una verdadera atrocidad. Si es que yo tenía una opinión prácticamente de todas las cosas y cuando las expresas en Twitter te das cuenta de que es mejor que la guardes para tus amigos. En muchos casos, hagas lo que hagas, te vas a encontrar con gente que te insulta. Y los que nos dedicamos a bajar a la arena no tenemos tanta cintura. Eso para los políticos, que tienen que soportar esos ataques. A mi esta gente, los haters, que se expresan de manera tan virulenta, me parecen unos desgraciados. Y a mi me duele el dolor.

PERSONAL

Nacimiento: 28 de julio de 1962.

Lugar de nacimiento: Cádiz ( y madrileño de adopción).

Familia: Está casado en segundas nupcias con María Arellano. Tienen una hija de 15 años, Mafalda, que hace sus pinitos como actriz.

Trayectoria: Conocido en los 80 por ser el líder de la banda Los Toreros Muertos, ha intervenido en programas de TV como La Bola de Cristal , ejercido de reportero en Caiga quien Caiga o El Intermedio. Además ha sido guionista y director de Atún y Chocolate. Como escritor es autor de El mundo de la tarántula (libro de memorias), la novela Pepita (según él, su peor libro) y El nombre de los tontos está escrito en todas partes. Actualmente colabora en Espejo Público de Antena 3, actúa en obras de teatro y sigue de gira con Toreros con Chanclas.

¿Percibe demasiados reparos a la hora de meterse en algún charco?

Hace poco vi a Boadella que pensaba hacer una sátira sobre las distintas versiones del feminismo. No, decía, que se me tiran encima. Pues una sátira sobre la humanización de los animales. Tampoco. Entonces una sátira sobre la ecología, pues tampoco. Y termina la reflexión diciendo que cuando se enfrentó a la dictadura de Franco, dentro de lo que cabe, el tío sabía cómo moverse pero que actualmente la autocensura era más grave. Señalaba a la progresía como responsable. Me parece que Boadella olvida que Teledeum, aquel programa de televisión sobre líderes religiosos que luego convirtieron en obra de teatro, todos los días tenía amenaza de bomba … y no era la progresía. Hasta estuve allí con la novia.

¿Vivimos en el ofendidismo? ¿Qué puede hacer el arte ahora para no sufrir juicios sumarísimos y públicos? 

La gente debiera recordar que cuando te subes a un escenario se entiende que las personas que están debajo tienen juicio para discernir sobre lo apropiado o inapropiado. Y es obligación de los cómicos y de los artistas hacer reflexionar a la gente, que se haga preguntas y si algo es admisible o no. Si alguien no sabe discernir sobre lo que sucede encima o debajo de un escenario es su problema. También todas las personas merecen respeto como a la libertad sexual, la intimidad. Y la gente que representa el ámbito cultural también tiene que hacer una demostración de modales.

Toreros Muertos no era solo un nombre, era un título nobiliario

¿Tendemos a infravalorar a los jóvenes? No saben escuchar música, relacionarse, no leen y encima se cortan mal el pelo. ¿A cada generación lo suyo?

Yo tengo una hija adolescente y creo que lo tiene más difícil que yo. Vive en un mundo menos solidario, más individualista, escuchan una música que no tiene ni la fuerza, ni la emoción y diversión que teníamos nosotros. Es comatosa, para mi gusto odiosa en muchos casos. Y se molestan porque están intentando aprender esas salmodias traperas y te contestan con un bufido porque están memorizando un rezo satánico.

¿Cómo se lleva con las redes sociales? ¿Vomita en ellas o prefiere leer las vomitonas de los demás?

Jamás. La última vez que dije algo y después me arrepentí fue hace mucho. Vivimos muy desinformados y sacamos conclusiones con virulencia. Son tiempos muy oscuros. Por eso ahora mismo es un momento ideal para la comedia. 

PREGUNTAS A QUEMARROPA

¿Qué escucha cuando se pone ñoño?

El concierto de Colonia de Keith Jarret, era mi música para follar y ahora va muy rápida. Antes pensaba que era el disco más lento que tenía y ahora parece el Séptimo de Caballería.

Se encuentra con un extraterrestre, explíquele qué es la especie humana.

Pues... A pesar de que somos muy guapos, somos venenosos. No nos comas.

Ahora explíquele quiénes son tipos como Trump o Bolsonaro.

Todas las reglas tienen su excepción. ¡Son perfectamente comestibles!

¿A qué siempre dice sí?

A coger el coche y salir huyendo. A cualquier cosa que me suponga una evasión.

¿Y siempre dice no?

Ehhh… al pisto con guisantes.

¿El pisto lleva guisantes?

No. ¡Pero me parece una monstruosidad! (risas)

¿Cómo se lleva llamarse Pablo en la ‘era pablista’?

Antes de la pandemia me propuso una entrevista en La Tuerka. En el caso de que me lleve ahora le diré que no vaya de intelectual conmigo que yo soy un Graduado Escolar y no soy Antonio Escohotado, que por cierto, estuvo gigantesco cuando fue a su programa.

2023-03-13T14:57:04+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo