Competencia descarta prácticas abusivas en la subida de los alimentos

La Autoridad Vasca de la Competencia (AVC) publicó ayer su investigación sobre la subida de los precios de los alimentos de los últimos dos años, en la que concluye que no ha habido conductas anticompetitivas. De hecho, atribuye estos incrementos a la subida de las materias primas a causa de la guerra de Ucrania. Según el estudio, los precios subieron entre un 18% y un 50% entre 2021 y 2023, “cifras similares, pero ligeramente inferiores a lo observado en el conjunto de España”.

Los alimentos elegidos para el análisis han sido los pescados frescos, pan, charcutería, carne de bovino, carne de ave, huevos y leche, que en conjunto representan más del 50% del valor monetario de la cesta de consumo en Euskadi. Así, los productos que, según el análisis, registran un mayor incremento en el periodo analizado son la leche (+49,5%), los huevos (+42%) y, a más distancia, la carne de vacuno (+23,2%), el pan (+19%) y la carne de ave (+18,9%).

“Considerando la cadena de valor en su conjunto, el patrón más común es un gran aumento en la fase de producción, que progresivamente se va aminorando hasta llegar a la fase de distribución minorista. Existen excepciones, como en la fase de distribución mayorista del pescado, donde se observan incrementos menores que los registrados en la fase de distribución minorista; en la fase de transformación de los huevos el aumento ha sido mucho mayor que en la fase anterior; y en la de distribución minorista de la leche se observa un incremento mayor que el que se dio en la fase de transformación. Sin embargo, ninguna de estas anomalías se ha podido relacionar con conductas anticompetitivas”, concluye el informe.

Aceite de oliva

La AVC descarta así, por ejemplo, pactos entre las cadenas de alimentación en las subidas de precios, como ha denunciado Facua en el caso del aceite de oliva. Según la asociación de consumidores, ocho de las principales cadenas de supermercados e hipermercados subieron en noviembre un 9% las botellas de 1 litro de aceite de oliva virgen extra de sus marcas blancas, acumulando ya tres meses con precios idénticos o con una variación que no supera 1 céntimo. “Se trata de subidas que no responden a incrementos de precios en origen y ponen de manifiesto una estrategia paralela de fijación de precios”, apuntó entonces.

Según Facua, el aceite de oliva virgen extra se incrementó entre enero y octubre del año pasado una media de 3,66 euros. En este caso, los ascensos oscilaron entre 1,25 euros y 6,30 euros por litro. Mientras que en el caso del aceite de oliva virgen, la subida récord alcanzó los 7,36 euros por litro. Este alimento, en cambio, no está incluido en el estudio vasco. “No hay indicios relevantes que apunten a comportamientos que hayan generado distorsiones competitivas específicas con una incidencia exclusiva en los consumidores vascos”, apunta este análisis.

El estudio subraya que, en general, 2022 fue el año en el que más incremento se dio. Concluye, por tanto, que el aumento en los precios de las materias primas y en la energía causados por el inicio de la guerra en Ucrania ha sido la causa principal de unos incrementos en los precios de producción, de transformación y de distribución que, en muchos casos, no tenían precedente. En cuanto a 2023, según el documento, en la mayoría de los casos se ralentizó la tendencia inflacionaria con una estabilización, e incluso descenso, de los precios de algunos productos.

Sin embargo, otros, como la charcutería o la leche, continuaron subiendo, si bien de forma más moderada. Los precios a nivel estatal han seguido una evolución muy similar, lo que, según el informe de Competencia, respalda el hecho de que el principal factor condicionante de la subida de precios sea a nivel macroeconómico, con hechos como el inicio del conflicto en Ucrania.