Cinco años de una pérdida infinita: "La muerte de un hijo no se supera"

13 de junio de 2018, 22.15 horas. El joven Álvaro Buisán Torres, de 25 años y vecino de Tudela, conduce por la carretera NA-6810 y, a la altura del término municipal de Corella. Un choque frontal con otro vehículo acaba con su vida. Este martes se han cumpliado 5 años del trágico accidente, del que su familia y allegados no han podido recuperarse. “Son malos días, porque esto no se supera. Es para toda la vida”, asegura el padre del joven, Octavio Buisán, de 63 años.

Álvaro era el menor de dos hermanos de una familia afincada en Fustiñana, donde creció antes de cursar estudios de Secundaria en Tudela y, posteriormente, obtener un Grado Superior de Locomoción en Barbastro. En el momento del accidente, vivía con su pareja en la capital ribera, donde también trabajaba.

Aficionado al mundo del motor, era muy conocido y apreciado en la Ribera porque su padre es el director y profesor de las escuelas municipales de música de Castejón y Funes, y de las bandas de música de ambas localidades.

Una pérdida para toda la vida

Octavio asegura que “para todos los padres, sus hijos son lo mejor del mundo. Y en el caso de mi hijo también lo digo: era tan buen hijo, tan joven... Su muerte es una pérdida para toda la vida. Todos los días, las 24 horas del día, lo tienes en la cabeza”.

Los familiares del joven acuden frecuentemente al lugar del fatal choque, como han hecho este martes para colocar flores en el día del quinto aniversario de su fallecimiento. “No pasan ni 15 días sin que vayamos al sitio del accidente. Es imposible de explicar, pero allí fue el sitio donde le vi por última vez”, comenta el padre de Álvaro.

Cuando se le pregunta a Octavio qué consejo le daría a una familia que se pueda encontrar en una situación similar, asegura no tener “ninguna fórmula para sobreponerse a algo así, porque no se supera. Es verdad que hay que mirar para adelante y yo soy un persona totalmente positiva, que intenta echarle alegría a la vida, porque no tienes por qué andar dando pena, pero los bajones existen y todos los días son como el día después del accidente. Por eso es muy importante estar concienciado con los peligros de la carretera”, concluye.