Los altercados y la violencia desatada en Torre Pacheco (Murcia) alentada por grupos ultra tras la brutal paliza recibida por un hombre de 68 años presuntamente por tres magrebíes, ha derivado en un enfrentamiento también en los discursos respecto a la respuesta policial y la reacción social sobre todo a causa de las redes sociales y los bulos.

"Ni la raza, ni el ser inmigrante, ni la religión, ni el color de la piel son fundamentales para el delito. No se pueden relacionar estas cuestiones con el delito", afirma el experto en seguridad, César Charro. "A lo mejor hay que mirar otras cosas, a lo mejor tenemos que hacer autocrítica de que estamos haciendo nosotros mal", señala y en ese sentido considera un acierto la iniciativa del Lehendakari para poner en marcha el foro de seguridad. 

"¿Qué pasa cuando los poderes públicos no atajan los problemas" Pues que dejamos los discursos en manos de los extremistas. No se lo puedes dejar manejar a la extrema derecha, tampoco a la extrema izquierda, porque en los extremos no hay solución a los problemas", afirma.

Pero para César Charro es importante también en la responsabilidad que tenemos como ciudadanos y en no creernos todo lo que vemos en redes sociales dudando incluso de los medios, digamos, tradicionales y serios. "Yo lo veo como uno de los problemas graves de nuestra sociedad. Y aquí vuelvo nuevamente a la autocrítica. Mira, no se puede culpabilizar a la ciudadanía por haberse alejado de un tipo de información para abrazar otra. El propio periodismo tiene que hacer autocrítica, porque a lo mejor resulta que algunos medios han sido fagocitados por opciones políticas y la gente ya desconfía de todos por sistema. Yo creo que echar balones fuera nunca es positivo", destaca. 

En este sentido aplaude lo dicho por el Lehendakari Pradales de que "quien la hace, la paga". "Este es el espíritu del Código Penal y no hay que escandalizarse. Las acciones deben de tener unas consecuencias. El delito debe de tener unas consecuencias", resalta.

"No es de recibo que pasen 14 horas en un calabozo y luego estén en libertad provisional hasta dentro de dos años cuando les llame el juez, porque la sensación de impunidad que se genera es enorme", advierte. 

Todas sus impresiones en este podcast.