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Cáritas Euskadi atendió a más de 32.400 personas en 2021, un 17,5% más

Un niño observa a una persona sin hogar.

Cáritas Euskadi atendió en 2021 a un total de 32.429 personas en situación de exclusión, 4.821 más que en 2020, lo que supone un 17,5% de incremento, según el balance hecho público este miércoles que advierte de que en Euskadi la "desigualdad, la fractura, cada vez se está haciendo mayor ".

Por territorios la tendencia es desigual, porque en Araba y en Bizkaia descendió el número de personas atendidas y en Gipuzkoa aumentó considerablemente. En concreto en Araba en 2021 se atendió a 4.509 personas, 979 menos que en 2020; en Bizkaia el descenso fue de 527 hasta las 12.569 y en Gipuzkoa el pasado año se asistió a 15.351 personas, 6.327 más que en 2020.

Según ha explicado en rueda de prensa Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas Vitoria, la pobreza severa ha subido tres puntos en Euskadi hasta situarse en el 9%, lo que demuestra que la sociedad vasca está cada vez "más partida".

En general ha reconocido que la tendencia del número de actuaciones se va "moderando" cada año pero con una mayor intensidad en la intervención y ha puesto el ejemplo de Álava donde los números dicen que se está "mejor, pero quien está mal está peor; hemos atendido a menos familias pero con mayor intensidad", ha resumido.

En cuanto a las ayudas económicas activadas en 2021 fueron un total de 6,9 millones de euros, en la línea de 2020 cuando fueron 6,8 millones, y el perfil de las personas atendidas sigue siendo principalmente el de una mujer, el 52,7 % de los atendidos, con hijos a su cargo.

Maite Sebal, directora de Cáritas Vitoria, ha desgranado las principales dificultades con las que se encuentran las familias atendidas y ha situado el acceso y el mantenimiento de la vivienda como uno de los mayores problemas. De hecho Ibeas ha advertido de la posibilidad de que en un corto espacio de tiempo derive hacia una nueva burbuja económica.

En segundo lugar están las dificultades de las familias con menores a su cargo para acceder a un empleo y combinarlo con el cuidado de los niños, sobre todo las monoparentales. También ha citado los problemas para acceder a un empleo de calidad y para regularizar su situación administrativa.

Sebal ha mencionado dos consecuencias de la pandemia de covid: por una parte el incremento de la brecha digital como un elemento de exclusión, tanto para personas mayores como extranjeras, y por otro el aumento de las situaciones de soledad y aislamiento.

Como dato positivo ha puesto en valor el esfuerzo que las personas que son atendidas por Cáritas ponen para salir de su situación y ha apelado a huir de los estereotipos que rodean a estas personas. Ibeas ha reconocido que la situación actual es de "incertidumbre" marcada por una alta inflación y la guerra en Ucrania, por lo que no ha podido vaticinar cómo serán los datos de 2022.

En la rueda de prensa también se ha hecho balance del primer trimestre de actuación de la Mesa Diocesana de Acogida que actúa con los refugiados de la guerra de Ucrania. Ibeas ha sido crítico con la política de refugio y asilo española, que ha dicho "no da resultado".

En este sentido ha pedido un cambio al Gobierno español y ha afirmado que la directiva acordada para acoger a los ciudadanos de Ucrania debería aplicarse a todas las personas que salen de cualquier otro país en guerra. El refugio y el asilo es un derecho, ha recordado Ibeas, quien ha denunciado que de cada 100 solicitudes que se reciben en el Estado solo se reconoce a 8.

16/06/2022