El Ayuntamiento de Bilbao va a aplicar un tratamiento preventivo contra el picudo rojo, una plaga que afecta gravemente a las palmeras y que en los últimos meses y semanas se ha detectado en municipios cercanos a la capital vizcaína.
Después de dos años de seguimiento, vigilancia y monitoreo constante, durante los que no se han detectado ejemplares afectados dentro del municipio, el Consistorio ha decidido actuar ahora ante la proximidad e intensidad de la plaga.
Dos fases
Después de hacer una completa inspección sanitaria de las 228 palmeras municipales, los servicios municipales buscan aplicar un tratamiento preventivo en dos fases:
.- Una primera pulverización preventiva aplicada de forma precisa sobre la corona y la base de las hojas, con el fin de proteger las zonas donde el insecto deposita sus huevos. La pauta se inicia este martes y se realizará durante las próximas dos o tres semanas.
.- Diferentes acciones complementarias, de seguimiento, entre marzo y noviembre de 2026. Una de ellas será colocación de trampas en once puntos estratégicos y una revisión de estas a los 15 días. A esto se suman tratamientos por inyeccción (endoterapia) en el tronco de la palmera, si fuera necesario. Y esto se completará con pulverizaciones complementarias de refuerzo.
El Ayuntamiento de Bilbao llevará a cabo también inspecciones visuales periódicas, registrando el estado sanitario y evolución de cada ejemplar.
Esta intervención responde a una decisión técnica, basada en criterios de proporcionalidad, sostenibilidad y evidencia científica. Y es que se ha esperado al momento oportuno en que los indicadores de riesgo justifican una medida de este tipo, garantizando así una gestión equilibrada entre la prevención, la eficacia y el respeto medioambiental.
"La presencia del picudo rojo en zonas cercanas nos obliga a actuar con responsabilidad y anticipación. Vamos a poner los medios para evitar que esta plaga avance en la ciudad y dañe nuestras palmeras, que forman parte del paisaje urbano y del valor ambiental de Bilbao", ha señalado Kepa Odriozola, concejal de Obras Públicas y Servicios.
"Nuestra prioridad en todo momento ha sido preservar la salud de los ejemplares sin recurrir a tratamientos innecesarios, mientras la situación permanecía bajo control", añade. "Sin embargo, la evolución reciente de la plaga, su mayor intensidad y cercanía, hacen recomendable actuar de manera preventiva, con el objetivo de proteger el patrimonio verde de la ciudad y evitar daños mayores en el futuro", subraya.