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Begoña: el Bilbao más primigenio

Situado en el distrito 4 de la capital vizcaína, este barrio era una de las tres anteiglesias anexas a Bilbao en su fundación

Hablar de Begoña es hacerlo de uno de los barrios con más historia de Bilbao. Y con algunos de los puntales más importantes de la capital vizcaína, como son la Basílica de Begoña, el parque de Etxebarria y el campo de fútbol de Mallona.

Y lo de que es uno de los entornos con más historia de Bilbao no es un decir por decir, sino que los hechos lo demuestran. Si retrocedemos en el tiempo, hasta la fundación de Bilbao en 1300, descubriremos que por aquel entonces ya existían tres anteiglesias anexas a la Villa: la de San Pedro de Deusto, San Miguel Mártir de Abando y la de Begoña, que no fue anexionada a Bilbao hasta 1925 y que comprendía los barrios actuales de Matiko, Castaños y Uribarri, Zurbaran, Zurbaranbarri y Arabella, Santutxu y Bolueta, y Txurdinaga y Otxarkoaga.

Begoña se caracterizaba por ser un espacio rural entre terrenos montañosos. Y así se mantuvo hasta su transformación durante los primeros años del pasado siglo XX. Se la conocía como "Mahatserria" (pueblo de uvas) y a sus lugareños con el gentilicio de "mahatsorri". Poblaban la zona huertas, campos y caseríos, donde se cultivaban hortalizas y donde se hacía txakolí.

Como hemos dicho, Begoña fue un municipio independiente hasta 1925, y tenía su propio alcalde, funcionarios, o escuelas. Un pueblo que comenzaba en la curva de La Salve y acababa en Otxarkoaga, expandiéndose por las faldas del monte Artxanda, y que en las últimas décadas, como todo Bilbao, ha experimentado un importante cambio urbanístico, con la apertura de nuevos viales y el túnel de comunicación con los municipios de Etxebarri, Galdakao y Basauri.

Distrito 4

Begoña, que domina desde su ubicación elevada el corazón urbano de la capital vizcaína, se encuentra situada en el distrito 4 junto con Santutxu, y Bolueta.

Se trata del distrito más densamente poblado de la villa (con unos 250 habitantes por hectárea). y,, con un 35% de su población mayor de 60 años, es el más envejecido de Bilbao. La población del barrio de Begoña, por su parte, ronda los 5.000 habitantes,

Basílica de Begoña

En Begoña se sitúan tres estandartes de Bilbao. El más conocido, popular e histórico es el de la Basílica y Santuario de la “Amatxu” de Begoña. En el siglo XVI, en torno a una antigua iglesia, se estableció el actual templo con el apoyo económico de los mercaderes y armadores de la ciudad y la labor de los propios parroquianos.

Las obras se prolongaron a lo largo de más de cien años hasta el s. XVII. Los destrozos fruto de las guerras carlistas del s. XIX demandaron su reconstrucción, que terminó a finales del s. XIX. Ya en las últimas décadas del s. XX se realizaron nuevas obras de restauración en la basílica.

La basílica es uno de los centros religiosos y sociales de la capital vizcaína. No en vano, en su momento se dispusieron allí las edificaciones del Ayuntamiento y las escuelas, siendo la plaza epicentro de numerosos actos sociales, como ferias y romerías populares.

De hecho, uno de los mejores días para acercarse a la basílica es el 15 de agosto, el Día de la Amatxu, cuando tiene lugar la romería popular y el tradicional aurresku que el primer edil de la Villa suele dedicar a las personas congregadas en el entorno del templo.

Cerca de la basílica se encuentra el cementerio, que se puede visitar este mes de julio y en el que la Sociedad de Ciencias Aranzadi desarrolla el programa 'Begoñako Argia', gracias al cual se ha hallado en el cementerio de Begoña la mayor fosa común de la Guerra Civil exhumada en Euskadi hasta la fecha. 

Mientras, del que hubo en Mallona, y en cuyo terreno está ahora el campo de fútbol, todavía se conserva y puede apreciarse el arco neoclásico del acceso.

Y también en las inmediaciones se ubican las Calzadas de Mallona que unían, y aún lo hacen, la diferencia de altura existente entre el Casco Viejo y Begoña. A pesar de que gracias al ascensor del metro no sea necesario subirlas ya, de vez en cuando es recomendable hacerlo y trasladarse, por unos minutos, unas cuantas décadas atrás.

Además, desde hace un año los vecinos del barrio pueden disfrutar de las mejoras realizadas por el consistorio bilbaino en la Plaza Juan XXIII, en la trasera de la Basílica de Begoña, consistentes en el acondicionamiento de la plaza, manteniendo su forma y diseño, pero renovando pavimento, elementos de alumbrado, jardinería y mobiliario (barandillas, papeleras, barnizado y pintado de bancos, entre otras) y limpiando y reparando los muros y escaleras existentes.

Asimismo, destaca la construcción de una rampa de acceso entre la plataforma superior de la plaza y el acceso peatonal a la calle Zabalbide, eliminando una barrera arquitectónica y completando así la conexión peatonal desde la Basílica.

Parque de Etxebarria

Esta zona verde de 170.000 metros cuadrados presenta dos caras: A lo largo del año, la de un parque en el que miles de personas pueden disfrutar de un gran terreno para diversión de los peques, esparcimiento y práctica de deporte, para transitar entre Begoña y el Arenal o para maravillarse con unas imponentes vistas del Casco Viejo de Bilbao, el Teatro Arriaga y Abando. al igual que de la Ría, las torres de Isozaki y la torre de Iberdrola.

Pero, durante unos días, coincidiendo con la Aste Nagusia, el Parque de Etxebarria despliega toda se magia para acoger al circo, las atracciones y barracas. Igualmente, para que decenas de miles de personas asistan, cada noche, al espectáculo de los fuegos artificiales. Sin duda, se convierte en uno de los grandes reclamos de la Semana Grande bilbaina.

Pero el parque no siempre tuvo la forma que ahora adopta, y es que hasta 1982 estuvo ocupado por una antigua fundición de acero: la fábrica Aceros Etxebarría, de donde adquiere su nombre, gestada en 1878 y ubicada en los terrenos del caserío Rekalde.

Producto de la reconversión industrial de la década de los 80 del pasado siglo, se produjo el desmantelamiento de esa antigua fábrica de Etxebarria y el paso del terreno a enorme parque público de la ciudad.

Sin embargo, como recuerdo y homenaje de esa fábrica que en 1963, llegó a albergar a 3.000 trabajadores, permanece en el parque la chimenea que perteneció originalmente a la antigua fundición, edificada en 1943 y que cuenta con 25 metros de altura.

Recientemente se ha conocido que el parque ganará un estanque artificial y una zona de juegos infantiles de agua, además de más árboles, lo que permitirá generar una zona más fresca para encarar los días más calurosos, dentro de una iniciativa del Ayuntamiento de Bilbao que podría estar terminada para el próximo verano.

Campo de fútbol de Mallona

Pocos campos de fútbol tendrán la historia del de Mallona... y su ubicación, ya que se sitúa en el antiguo Cementerio de Mallona, el primer cementerio de la Villa. 

Cuando los franceses prohibieron en 1808, el enterramiento en las iglesias, el Ayuntamiento de Bilbao adquirió el Caserío Mallona para transformar sus terrenos en un Campo Santo.

Este cementerio se inauguró en 1830 y fue clausurado en 1927, al ser trasladado al actual cementerio de Derio. Permanecen como recuerdo dos mausoleos y su puerta principal, un arco neoclásico, obra de Juan de Belaunzaran, con intercolumnas dóricas a ambos lados y una inscripción alusiva al lugar.

En el complejo de campos municipales de fútbol de Mallona entrenan y compiten más de 60 equipos y más de 1.000 futbolistas de 4 clubs bilbainos –Danok Bat Club, Santutxu F.C. SD Begoña y C.D.Solokoetxe -.

Begoña aúna historia, y es parte indispensable del Bilbao de ayer, de hoy y del futuro. 

2022-07-12T05:04:37+02:00
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