Chernóbil Elkartea lleva desde 1995 trayendo a niños y niñas de esta castigada zona de Ucrania que vivió uno de los mayores desastres nucleares que hemos vivido. Un castigo que desde que comenzara la guerra en Ucrania es doble para estos menores que se han tenido que acostumbrar al sonido de las alarmas aéreas y al paso de los drones por encima de sus casas. Euskadi y Navarra siempre han sido solidarias con los niños y niñas de Chernóbil pero desde la pandemia urge que nuevas familias se sumen a su iniciativa.
El programa de verano atiende a 100 niños y niñas en la CAV y Navarra pero el objetivo es volver a los 180 que atendían antes de la pandemia. Para ello la asociación Chernóbil Elkartea necesita atraer nuevas familias. De momento cuentan con 15 que han decidido sumarse pero la cifra solía ser el doble.
"Tenemos una serie de niños identificados que pueden salir de la zona contaminada y siempre nos quedamos un poco justos", señala Jon Larrañaga, voluntario de la asociación. Tanto él como Koldo Bartolomé nos cuentan en este podcast su experiencia como padres de acogida y coinciden en que es una de las mejores experiencias que han tenido en sus vidas.