Arrate Iturralde, coordinadora de la red de vigilancia de casos y contactos de COVID-19 de Euskadi, ha explicado en Onda Vasca la labor de los rastreadores en esta pandemia. Ha señalado que "en general" la población colabora con ellos y, en caso de un positivo, aporta todos los contactos y agradece su llamada, aunque ha reconocido que también se encuentran con "situaciones excepcionales" en las que hay personas que "hacen trampa" porque, por ejemplo, "se van de vacaciones". Por ello, ha insistido: "pedimos a la gente que cumpla, es un problema de salud pública que puede provocar problemas en otras personas".
La red de vigilancia está compuesta por unas 700 personas, aunque el número varía en función de las necesidades de cada ola. Ha ido creciendo y pasar de estar compuesta por enfermeras especialistas a ser una red "multidisciplinar, más amplia y formada" que al comienzo de la pandemia.
Iturralde ha explicado el protocolo a seguir ante un positivo. "Nos llega a una herramienta la notificación, y a ese positivo se le asigna un rastreador. Se llama a la persona, que antes habrá recibido un sms informándole de su positivo, con la idea de establecer el periodo de rastreo, que suele ser el de los 2 días previos a la aparición de los síntomas o de la toma de muestra, y nos da la lista de contactos". En este sentido, ha insistido en que es "muy importante" incluir en esa lista a "vacunados y no vacunados". "El rastreo irá determinando quién es contacto y quién no", ha agregado.
En el caso de personas vacunadas con la pauta completa, en el caso de que no tengan síntomas y hayan estado en contacto con un positivo, se les deriva a una prueba PCR a los 8 días del último contacto. Hasta entonces, se les solicita "extremar las medidas, no estar con mucha gente ni acudir a eventos, aunque en principio pueden hacer vida normal".
En cualquier caso, si creemos que hemos estado con un caso positivo, lo ideal es llevar a cabo un "autoislamiento". Iturralde ha recordado que en la web del departamento hay disponible un formulario para contactos estrechos. "Desde la red se les mandaría un sms con la primera cita para la toma de antígeno", ha apuntado.