Amurrio va a recuperar mañana domingo, y con todo su esplendor, una de sus citas más especiales, el Artzain Eguna o Día del Pastor, que alcanzará su XXVIII edición. Y es que tras cancelarse en 2020, el año pasado sí se llevó a cabo, pero con limitaciones de aforo y sin muchas de sus actividades gastronómicas características, tales como las degustaciones de queso y otros productos derivados de la oveja latxa (arditxiki y gaztazaharra) o el certamen popular de queso, al que se renunció para evitar aglomeraciones y que mañana volverá a la plaza Juan Urrutia, para que sea el paladar vecinal quien decida cual es el mejor queso entre todos los que acudan con puesto al mercado. Éste se asentará, junto a los expositores de txakoli, de 10.00 a 14.30 horas en la plaza Juan Urrutia; aunque las calles Dionisio Aldama y Larrinaga también albergarán una feria paralela de otros productos caseros y artesanía.
Asimismo, a las 11.30 horas se recibirá en la plaza Juan Urrutia a los pastores homenajeados en esta edición, que recibirán el tradicional reconocimiento público en el mismo espacio a las 13.30 horas. Se trata de Blanca Pérez de Onraita de la localidad de Okina, Carlos Pérez de Arribas de Ollerías, y José Luis Menoyo Iturribarria del pueblo ayalés de Salmantón. Además, también se homenajeará a José Miguel Ugarte Santamaría, de Aloria, tras haberse jubilado recientemente de su labor de controlador en la asociación alavesa de ovino Agorala.
En la jornada, especialmente pensada para dar un impulso al sector, tampoco faltará el concurso de queso Idiazabal memorial Ruperto Casanueva, en el que solo toma parte el jurado, y que distribuirá entre las queserías alavesas participantes premios por valor de 750 euros; ni el interprovincial de raza latxa, con otros 1.620 euros en premios, y que reunirá en el parque municipal, en el mismo horario, las ovejas, corderas y carneros a concurso, junto una exposición de los mejores rebaños de producción lechera cara negra y cara rubia de la provincia y de la comarca ayalesa, además de una muestra de ovejas sasi ardi. Una raza autóctona vasco-navarra de Protección Especial.
También habrá exhibiciones de esquileo tradicional y neozelandés (12.30 horas en el parque), de elaboración de queso (12.00 horas en Juan Urrutia), y de perros pastor (a partir de las 10.00 horas en el parque); así como una exposición fotográfica y etnográfica en el Paseo del Guk y, ya a las 18.00 horas y frente a la campa de Picaza, junto a las piscinas municipales, la XXIII demostración de perros pastor trabajando con el rebaño, en memoria de Justo Furundarena.
De previa, campanas
Toda la jornada contará con animación musical de mano de Amurrioko Txistuzaleak y, como suele ser habitual, en la jornada previa de hoy sábado, el entorno de la iglesia parroquial de Santa María, acogerá el XVIII concierto de campanas, que arrancará a las 10.00 horas con una misa por los campaneros fallecidos, a cuyo término ofrecerá un recital el grupo Juan Mari Beltrán Laukotea.
Ya en el exterior del templo y, a partir de las 13.00 horas, se dará paso al concierto de carillón y de toques tradicionales de campanas. La jornada concluirá con una comida de hermandad a las 15.00 horas. El motivo de que esta cita se realice en el entorno de la parroquia de Amurrio es que ésta acoge en su seno 31 campanas de bronce, de las que 25 componen un magnífico carillón de 2.000 kilos, propiedad del pueblo y un conjunto digital único en Álava y el segundo de Euskadi, después del de la Basílica de Begoña en Bilbao. El templo cuenta, además, con otras seis campanas fijas (cuatro situadas en la sala de campanas, otra en el balcón y otra en la torre del reloj), a las que se les sumarán otras dos a pie de torre, de cara a que los campaneros de cierta edad, que llegarán desde diferentes partes del Estado, puedan exhibir su maestría sin necesidad de ascender las escaleras de acceso al campanario. Será la asociación de campaneros local la que irá dando al público explicaciones sobre los diferentes toques que se realizarán, de cara a cumplir con el objetivo primordial de este evento: rescatar del olvido los toques tradicionales que antaño servían tanto para alertar de incendios y tormentas o convocar trabajos comunitarios, como para anunciar nacimientos o muertes.