Alcaraz sube otro escalón en Wimbledon

Carlos Alcaraz dio un importante paso adelante en su camino en Wimbledon y ya está en los octavos de final. El número 1 del mundo tuvo que superar la dura resistencia de Nicolás Jarry para vencer por 6-3, 6-7, 6-3 y 7-5 después de casi cuatro horas de juego y de dura batalla. El murciano, haciendo un notable uso de servicio, supo manejar los tiempos ante un rival que se lo puso muy difícil, pero acusó la falta de hábito en los grandes escenarios. Tras ganar el segundo set en un apretado desempate, el chileno pegó un bajón y Alcaraz lo aprovechó para volver a tomar ventaja.

Jarry se revolvió y pudo colocarse con 3-0 en el cuarto parcial, pero el tenista de El Palmar tuvo paciencia, aguantó los intercambios y cuando tuvo la oportunidad de rematar el partido no dudó y selló su pase a octavos de final de Wimbledon por segunda vez en su carrera. “Ha sido un partido muy complicado en el que tenía que mantenerme concentrado porque sabía que iba a tener mis oportunidades. Ha sido un partido muy igualado, muy sólido. La clave es creer todo el tiempo y estar concentrado”, resumió Alcaraz, que no renuncia a nada en el torneo ya que “he trabajado muy duro para estar en la posición en la que estoy ahora mismo”.

Carlos Alcaraz se encontrará el lunes en octavos de final con un reto complicado, Matteo Berretini, el subcampeón de hace dos años. El italiano, tras un periodo de lesiones, parece haber recuperado su mejor nivel y ayer, en su quinto día seguido de competición, venció a Alexander Zverev por 6-3, 7-6 y 7-6 gracias a su poderoso servicio y su dominio del revés cortado, un golpe muy dañino en la hierba.

La cruz de la moneda la representó Alejandro Davidovich, que de nuevo dejó escapar ante Holger Rune un duelo agónico a cinco sets ante un top 10 y en un Grand Slam por su mala cabeza. El malagueño hizo un gran partido, pero no lo supo rematar. Tuvo dos bolas para cerrar antes de llegar al desempate a diez puntos del quinto parcial. Ahí mandaba por 8-5 y con 8-8 y servicio a favor decidió sacar por debajo, lo que entregó en bandeja al noruego una bola de partido que no desaprovechó. “Me he cagado”, admitió Davidovich, que, pese a su calidad, no termina de acceder a las rondas finales de un Grand Slam.

La jornada de ayer en Wimbledon se vio alterada otra vez por la lluvia, que obligó a suspender los partidos al aire libre a última hora de la tarde. En lo que se pudo concluir, Stefanos Tsitsipas tuvo al fin un choque plácido ante Laszlo Djere para citarse en octavos de final ante el sorprendente estadounidense Christopher Eubanks. Otro duelo de esta ronda medirá a Daniil Medvedev, que avanza a la chita callando, y el checo Jiri Lehecka, heredero de Thomas Berdych, a quien tiene de mentor.

En el cuadro femenino, la campeona Elena Rybakina se dio prisa para dejar fuera a Katie Boulter (6-1 y 6-1), la última representante británica. Aryna Sabalenka venció sin apuros a Anna Blinkova para meterse en octavos de final ante Ekaterina Alexandrova mientras que la tunecina Ons Jabeur sufrió para eliminar, parón por la lluvia incluido, a Bianca Andreescu y llegar a un interesante duelo ante Petra Kvitova.