Alava y Gasteiz se recuperan del susto tras el terremoto más intenso de la historia de Euskadi

Susto sin precedentes en Álava y Gasteiz que se vieron sacudidas en la madrugada de este domingo por un terremoto de magnitud 4, el más intenso que se ha vivido en Euskadi en su historia. El seísmo se sintió también en Bizkaia, Burgos y en La Rioja, aunque afortunadamente, no se produjeron daños personales ni materiales.

Eran las doce y diez de la noche del lunes cuando todo tembló, debido a un terremoto de magnitud cuatro, cuyo epicentro se situó en la localidad alavesa de Iruña de Oca. Así quedaba registrado por parte del Instituto Geográfico Nacional, que constataba que el temblor fue superficial al registrarse a cero kilómetros de profundidad.

El evento fue registrado por numerosas estaciones sísmicas, que calculan magnitudes individuales en un rango aproximado de 3,4 a 4,9, pero la magnitud asignada oficialmente es de cuatro grados. Aunque la duración del terremoto fue breve, de unos tres o cuatro segundos, fue de gran intensidad, hasta el punto de que se sentía dentro de los hogares. 

Sin daños personales ni materiales

Toda la capital vasca, así como otros municipios se veían afectados por el fuerte temblor, de forma que muchos vecinos de Gasteiz salieron a las ventanas y balcones asustados por este acontecimiento que no es nada habitual en esta zona. Así, el temblor provocaba que el interior de las viviendas se moviera, como las camas, las lámparas y los muebles. 

Gustavo y Nohemí, un vecino y una vecina de Gasteiz relataban para ONDA VASCA cómo lo vivieron: "Notamos como una explosión sin ruido, se movieron las ventanas. Nos asustamos porque era la onda expansiva sin ruido. Notamos un movimiento diferente, extraño...al poco recibimos el mensaje de alerta por seísmo", relatan. 

"Estaba a punto de dormirme y de repente sentí un movimiento. Discutí con mi pareja porque cada uno pensaba que el otro había sido el que había movido la cama al moverse y mi hija entró en el cuarto diciendo que había sido un terremoto", señala Susana. Así lo recuerda también Jesús que dice que al no haber más réplicas se quedó dormido enseguida.

Sin aviso institucional

Aunque patrullas de la Ertzaintza recorrieron la zona para realizar labores de vigilancia y tranquilizar a la población y a la zona del seísmo acudió también el técnico de Emergencias y geólogo Jon Apodaka, no hubo un aviso institucional. Algunas personas recibieron una alerta de Google en sus teléfonos advirtiendo de que se había producido un terremoto, que está catalogado como leve, dado que es el segundo nivel de los seis que existen. En dicho mensaje, se avisaba a la población para que tomara precauciones ante la posibilidad de que pudiera haber réplicas. 

No obstante, Sos Deiak informaba este lunes que no se esperan réplicas y, si las hubiera, serían de menor magnitud e imperceptibles para la ciudadanía. Por ello, pedía tranquilidad a la ciudadanía y seguir únicamente la información oficial.

El Centro de Coordinación de Emergencias del Gobierno vasco registró 143 llamadas relacionadas con el incidente, sobre todo, con los mensajes automáticos enviados por algunos sistemas operativos de algunos móviles.

Por su parte, la centralita municipal del Ayuntamiento de Vitoria recibía 174 llamadas de consulta. Tanto el Gobierno vasco como el Consistorio remarcaron que no se registraron daños personales ni materiales, así que todo quedó en un buen susto que quedará para la historia. 

"Anonadados" 

El alcalde de Iruña de Oka, Miguel Ángel Montes, ha reconocido que estaban "anonadados" tras el seísmo. En declaraciones a Europa Press, el primer edil ha señalado que, en el momento del terremoto, estaba en su domicilio y sintió como si fueran dos explosiones y que se movían las cosas en el interior de la vivienda.
Montes ha explicado que duró apenas unos seis o siete segundos e inmediatamente salió fuera de su vivienda, al igual que hicieron, como pudo comprobar, los vecinos del municipio.

Según ha manifestado, optaron por salir de sus viviendas asustados por el terremoto que se había producido y que nunca habían vivido en esta localidad. "Salimos todos a la calle pensando que era la casa del vecino la que se había caído y luego nos dimos cuenta todos de que había sido un movimiento sísmico", ha indicado.
El alcalde ha reconocido que estaban "anonadados", "con una sensación muy rara" y preocupados por si se habían producido heridos o algún tipo de daños.

Miguel Ángel Montes ha señalado que bomberos de la Diputación de Álava han recorrido la zona y diversas localidades para ver si detectaba algún problema pero no ha sido así. Según ha señalado, también ha hablado con el Consorcio de Aguas y se han revisado todos los depósitos de agua, así como las canalizaciones de gas y, en principio, "no ha pasado nada" está todo bien y el agua es potable.

Por ello, tras señalar que no han sentido ninguna réplica, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los vecinos, que, según ha apuntado, para las doce y media de la noche ya habían regresado a sus domicilios.