El sector de la movilidad eléctrica acoge con preocupación la decisión de Bruselas de flexibilizar los objetivos de emisiones para los fabricantes de vehículos de combustión, dando marcha atrás parcialmente al plan original de prohibir la venta de estos vehículos a partir de 2035. En Las mañanas de Onda Vasca Javier Izquierdo, director técnico de AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica), ha advertido: "Estamos diluyendo la señal regulatoria original".
Según Izquierdo, este cambio introduce incertidumbre en un momento de profunda transformación para la industria automovilística, industria que necesita "certidumbre, reglas estables, ambiciosas". La relajación regulatoria "perjudica notablemente la necesaria transformación industrial y reduce la presión innovadora sobre los fabricantes y toda la cadena de valor del vehículo eléctrico". En palabras de Izquierdo, "Esto pone en serio peligro la competitividad de la industria europea frente a otras alternativas", específicamente frente a mercados como China y Estados Unidos. "Si Europa no es ágil en la adaptación a la movilidad eléctrica, corre el riesgo de perder el liderazgo tecnológico", ha lamentado.