Actualizado hace 7 minutos
Vivir de alquiler tiene ciertas ventajas como son una mayor flexibilidad, una menor responsabilidad sobre el mantenimiento del inmueble y la posibilidad de cambiar de casa fácilmente. Sin embargo, hay algunos aspectos, como es el caso del seguro de hogar, que hay que tener en cuenta.
Mucha gente cree que el seguro del propietario lo cubre todo, pero la realidad es que este solo protege el edificio y los bienes del casero, no los de la persona que vive de alquiler. Por ello, aunque no sea obligatorio, es muy conveniente que esta cuente con un seguro de hogar para inquilinos. Si en el piso viven varias personas, pueden contratar seguros individuales o bien una póliza conjunta en la que figuren todos como titulares.
Un agente inmobiliario entrega las llaves del piso a un inquilino.
Qué es el seguro de hogar para inquilinos
Se trata de una póliza pensada para quienes viven en una vivienda alquilada. A diferencia del seguro del propietario, que cubre la estructura del inmueble, el seguro del inquilino protege sus pertenencias personales -muebles, ropa, electrodomésticos, aparatos electrónicos, etc.- y le ampara en el caso de que cause daños accidentales a la vivienda o a terceros. Además, muchas pólizas incluyen asistencia en el hogar y defensa jurídica, algo muy útil si surge un conflicto con el casero o con la comunidad.
Coberturas esenciales
Las coberturas de este seguro de hogar para inquilinos pueden variar según la aseguradora, pero casi todos incluyen los aspectos más básicos.
Protección de bienes personales
Cubre las pertenencias frente a incendios, robos, daños por agua o fallos eléctricos. Si, por ejemplo, se rompe una tubería y daña los muebles o los electrodomésticos del inquilino, el seguro puede cubrir su reparación o sustitución.
Algunas pólizas también contemplan rotura de cristales, daños estéticos, robo de llaves o pérdida de objetos fuera del hogar. Si el inquilino tiene bienes valiosos (joyas, ordenadores, bicicletas caras u obras de arte), se pueden añadir coberturas específicas para ellos.
Fachada de un bloque de viviendas en una ciudad.
Responsabilidad civil
Olvidar cerrar un grifo y causar la inundación de otra vivienda o si una maceta se cae del balcón y daña un coche, son incidentes que si no se tiene un seguro pueden salir muy caros. La responsabilidad civil protege frente a reclamaciones de terceros, cubriendo tanto los daños materiales como los personales.
Defensa jurídica y asistencia en el hogar
Muchos seguros incluyen asistencia legal para ayudar al inquilino en disputas con el casero (por ejemplo, si no quiere devolverte la fianza) o con vecinos. También ofrecen servicios de cerrajero, fontanero o electricista en caso de urgencia.
Vivienda de sustitución
Si un siniestro deja la casa inhabitable, algunas pólizas cubren los gastos de alojamiento temporal, guardamuebles e incluso lavandería o dietas hasta que se pueda regresar a la vivienda.
Precio del seguro de hogar para inquilinos
Existen pólizas básicas desde unos 35 o 40 euros al año, que incluyen responsabilidad civil, asistencia en el hogar y defensa jurídica. Si se quiere ampliar coberturas para bienes personales o incluir protección digital, el coste puede subir hasta los 100 o 130 euros anuales, dependiendo del valor de las pertenencias del inquilino y del nivel de protección que elija. Comparar entre distintas aseguradoras permitirá encontrar la opción más equilibrada entre precio y cobertura.
Requisitos para contratarlo
Solo pueden contratar este tipo de seguro, cuyo pago corre por cuenta del inquilino, las personas que vivan en una vivienda alquilada con un contrato vigente. Algunas compañías excluyen los alquileres compartidos o de temporada, así que conviene leer bien las condiciones antes de firmar. Es importante evaluar el valor de las cosas, comparar distintas pólizas y elegir la que mejor se adapte al inquilino.
Está demostrado que en esta vida no se puede dejar nada al azar. La tranquilidad no tiene precio y un pequeño gasto anual como el que supone el seguro de hogar para inquilinos puede evitar muchos quebraderos de cabeza.