"Vitoria ha superado la fase de resistencia para entrar de lleno en la de reactivación tras la pandemia"

A las puertas de cumplir los dos años desde que en Gasteiz la detección de los primeros casos de SARS-CoV-2 generara un terremoto en todos los ámbitos, el ritmo y actividad del tejido socieconómico empieza a vislumbrarse con optimismo después de eliminar las restricciones y sin perder de vista "un virus que aún está en la calle". La primera teniente de alcalde y responsable de Promoción Económica, Empleo, Comercio y Turismo, Maider Etxebarria, radiografía para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la situación.

Después de dos años de pandemia, Vitoria vuelve a recuperar el pulso. ¿Cómo ha aguantado una ciudad cuyo 27% del PIB procede de la industria?

–La gestión de la pandemia ha sido durísima. A nivel municipal hemos tenido que adaptar la actuación a una situación muy cambiante. Hemos concedido más de cuatro millones de euros en ayudas a los sectores más afectados. Han sido ayudas vinculadas al empleo, las empresas, proyectos de comercio, hostelería, turismo y proyectos audiovisuales, entre otros. Es cierto que la pandemia nos ha asestado un golpe durísimo, pero Vitoria ha superado la fase de resistencia y hemos entrado de lleno en la reactivación.

¿Tras el impacto de marzo de 2020 datos como creación de empleo o desempleo vuelven a niveles previos a la pandemia?

–Con datos reales en la mano se demuestra que hay crecimiento y se están creando nuevas oportunidades. Se ha recuperado el empleo perdido en la fase crítica de la pandemia, las cifras están mejorando, pero para nada hay que adoptar un carácter triunfalista. Mientras haya una sola persona en paro tenemos muchísimo trabajo por delante.

Comercio y hostelería fueron los más afectados por el coronavirus y hubo que habilitar múltiples líneas de ayuda.

–En las diferentes ayudas del departamento hemos llegado a conceder más de 4 millones de euros. Esto supone un promedio de unos 11.000 euros diarios para esos sectores más afectados. A pesar de esta situación no quiero ser pesimista y se ve movimiento en la ciudad con nuevas inversiones y aperturas de locales hosteleros, hoteles en el centro y en barrios como Salburua. Es cierto que el comercio se enfrenta a muchas amenazas, aunque tiene coraje para salir de esta situación.

A pesar de esas cantidades hubo voces críticas que arremetieron contra el retraso en la concesión y los complicados procesos de tramitación de las mismas.

–Les doy la razón. Los trámites administrativos llevan su tiempo. Estamos hablando de dinero público y hay que tener muchísimo más control. Entiendo muchas quejas de las que se han podido dar, que las ayudas eran pocas e insuficientes. Tienen razón, siempre son pocas e insuficientes. Ya me gustaría disponer de más presupuesto para haber dado más dinero y haber llegado a más gente.

En esta fase de reactivación el dinero logrados de los fondos europeos va a tener un papel relevante. ¿A qué proyectos se va a destinar esa cantidad?

–Hemos sido el primer departamento municipal en obtenerlos y van a ser 4,6 millones de euros para ayudar al comercio y el turismo. Dentro de esas ayudas europeas, se han logrado 2,8 millones para el plan de sostenibilidad turística y que contempla acciones como mejorar el Jardín Botánico de Olarizu, disponer de red Wi-Fi en el Casco Medieval y el Ensanche, dotar de una infraestructura verde al Casco Medieval, reformar el mirador El Palmeral, acciones de comercialización del sector turístico con un nuevo plan de marketing. Hay también un plan de apoyo a mercados o zonas urbanas comerciales, con una subvención recibida de 1,38 millones. Se va a arreglar la pérgola del mercado de Simón Bolívar, se instalarán placas solares en la Plaza de Abastos, un parking en Julián de Arrese, un mapa interactivo de mercados no sedentarios. Por último, en lo referido al fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas, con los 414.320 euros, se va a mejorar el mobiliario del Ensanche, estudio de mejora de los caños, un mapa interactivo de establecimientos comerciales. Es un trabajo liderado por este departamento, pero que ha implicado y donde han colaborado a otros muchos.

¿Está a la espera de la resolución de alguna otra convocatoria para que se incremente esa partida de 4,6 millones?

–Hay muchas más convocatorias abiertas pero todavía no tenemos esas cifras. Irán llegando esas nuevas convocatorias a las que nos iremos presentado.

En ese sector comercial está el proyecto Urteim, que no termina de despegar. Los locales siguen cerrados y su licencia de obra expira dentro de un año. ¿Han tenido conversaciones y qué les transmiten?

–Estoy muy preocupada, como ya he significado en otras ocasiones. Urteim es un proyecto privado. Hemos contactado con los promotores, ellos nos aseguran que siguen negociando y que nos darán la información cuando proceda. Espero que más pronto que tarde estos locales se ocupen y mientras tanto vamos a seguir trabajando de la mano con ellos. También hay que reseñar cómo en ese entorno están surgiendo nuevos negocios como locales hosteleros u hoteles.

La progresiva normalización es palpable también en el sector turístico con datos positivos en la llegada de visitantes y registros en alojamientos.

–Los últimos datos conocidos son buenos, en efecto. Ya desde antes de la pandemia, desde el departamento reivindicábamos más las pernoctaciones sobre que el dato de personas que lleguen, por ejemplo, a la Oficina de Turismo. Esos datos no son siempre fiables, porque lo que ahí se recoge son visitantes que llegan, mientras otros acceden a través de internet para localizar información. También es cierto que quien se acerca a la oficina demanda una información más específica.

La pandemia también ha dado la vuelta a la perspectiva tradicional del turismo.

–Tenemos por delante un cambio de paradigma. El coronavirus ha desestabilizado todo el panorama turístico en las épocas donde se restringía la movilidad. De nuestro paso por Fitur hemos percibido ese interés por Vitoria debido a la estrategia seguida estos últimos años y apuesta por la sostenibilidad, que nos convierte en el referente del turismo familiar y quienes buscan un destino seguro, entrañable, con mucho patrimonio cultural. El turista ha dejado de buscar lugares de sol y playa, masificados.

A las puertas de la primavera y con la Semana Santa en el horizonte y un verano con los grandes eventos, Ironman, Azkena Rock, Festival de Jazz, recuperados ¿qué previsiones maneja su departamento?

–Esperamos un repunte y estamos ilusionados en volver a recuperar esa normalidad porque la tendencia es favorable y cada vez hay menos restricciones. Todo ello con la debida prudencia por si la situación sanitaria puede volver a empeorar. No hay que olvidar que el virus sigue en la calle y la sexta ola ha sido la más mortífera durante la pandemia.

Un papel importante en el turismo lo puede jugar Foronda como puerta de entrada de visitantes. ¿Se puede buscar alguna otra compañía complementaria a las actuales?

–El mercado aeronáutico ofrece muchas alternativas. Estamos trabajando con Ryanair y sus múltiples conexiones internacionales, a la que se suma la que empezará a finales de marzo a Bélgica. Binter conecta con Canarias y en los chárter hay variados destinos a Egipto, Sicilia o Estambul, entre otros. Mi intención es seguir trabajando y apostando por Foronda como se demuestra con los 128.376 pasajeros del año pasado y el récord en las toneladas de carga.

El documento del DORA para el periodo 2022-26 contempla un paquete de 13 millones en inversiones para Foronda. ¿No habría que ser más insistentes ante AENA?

–Teniendo en cuenta que se ha logrado ya el H-24 o la reforma de la terminal, es cierto que se contemplan esos 13 millones como inversión. Habría también que contextualizar ese montante global porque las grandes inversiones se reservaron para instalaciones como Madrid, Barcelona o Málaga. Loiu, por ejemplo, va a conseguir 25 millones. Para un aeropuerto como el de Foronda recibir 13 millones, si se pone en contexto, es una cantidad muy superior a la que ha recibido cualquier otro aeropuerto estatal.

Se afronta un mes determinante como el de marzo, para adoptar la decisión sobre cuál es la mejor alternativa para esa gran reforma que precisa el Teatro Principal. Su compañera, Cristina González, rebajo las expectativas sobre la que contempla incorporar el Edificio Ópera.

–En breve nos vamos a decantar por una alternativa. La obligación como institución es analizar bien esta cuestión, porque la decisión que se adopte va a afectar a nuestra generación y a las futuras. Estamos a la espera de un informe de la Diputación de Álava y debemos de tener en cuenta los criterios funcionales, económicos, de catalogación y protección del edificio del Principal y del Ópera.