El sentimiento Athletic no entiende de kilómetros, supera todo tipo de barreras, obstáculos como la imposibilidad de estar cerca del equipo en su día a día. Una situación que se agrava cuando cada dos semanas el conjunto rojiblanco actúa de local en San Mamés. Un hecho cotidiano, rutinario para miles de vizcainos que, sin embargo, resulta inalcanzable para los muchos aficionados que el Athletic tiene repartidos por el Estado y parte del extranjero. En Valencia, donde los leones se juegan este miércoles alcanzar su tercera final de Copa consecutiva, miembros de cuatro peñas del Athletic de la zona reciben a DEIA a pocas horas de que arranque la semifinal ante el conjunto che. El ánimo es total y la sensación, unánime: "¡Vamos a pasar a la final!".
Las peñas Cruz Cubierta y Txapela Mediolao, de Valencia, y Plana Baixa, de Castellón, se citan en la sede de la primera, a las afueras de la ciudad del Turia, donde habitualmente siguen los encuentros del Athletic. Juan Yuste, presidente de la primera y natural de Zaratamo, aunque criado en Valencia, ejerce de maestro de ceremonias. Es él quien ha movilizado al resto de peñistas, que aguardan ansiosos el inicio del trascendental encuentro mientras la ciudad se engalana poco a poco para dar la bienvenida a las fallas. Ya huele a pólvora en el ambiente. Desde mañana mismo, además, en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad una mascletá será la cuenta atrás de los festejos. Una por día. Eso sí, el deseo de todos los peñistas del Athletic es que la traca final sea rojiblanca. "¡Por supuesto!".
La limitación de aforo en Mestalla, que no podrá superar el 85% de su capacidad total, pese a que el conjunto che intentó sin éxito que la Generalitat Valenciana lo ampliara al 100%, ha frenado las intenciones de muchos aficionados rojiblancos por acompañar al equipo en una cita tan importante, puesto que no habrá un espacio concreto para la hinchada visitante. También dejará fuera a muchos de los peñistas de la zona, que no quieren mezclarse con los seguidores locales. "No iremos por prudencia, pero también por miedo", sostienen varios de los aficionados. El más crítico, quien más alza la voz, es Fernando, bilbaino, que lleva un puñado de años en Valencia. "Recuerdo que hace algunos años estaba con Jose Iragorri y nos lanzaron un vaso de cerveza€", lamenta. Verá el partido en la sede de la peña Cruz Blanca, al calor de los suyos. Otro miembro de la misma, Pepe, asegura que pasa de ir. "Para que me insulten no voy, paso",
Eso sí, recibirán al conjunto rojiblanco cuando llegue a Valencia en la mañana del miércoles a las puertas del hotel para tratar de trasladarles su calor y todo el ánimo del mundo; también antes de que emprenda el camino hacia el campo. "Cualquier apoyo es poco. La afición del Valencia tiene preparado un tifo y estará caldeando el ambiente, pero nosotros también nos vamos a tener que dejar ver, que se vea que el equipo no está solo".
Peques, mayores...
Ander y Joseba, los más peques de la peña Cruz Cubierta, se debaten entre el Athletic y su agrado por el Valencia y el Real Madrid. El primero, el más joven de los dos hermanos, al que su condición de valenciano le hace tener el corazón ligeramente dividido, duda entre llevar la zamarra rojiblanca el miércoles a clase y hacerlo también el jueves. "Pero voy con el Athletic, no tengo duda", sostiene. Joseba, dos años mayor, no oculta su pasión por el Madrid, aunque la ama de ambos es de Orduña, pero como su hermano irá con los leones: "Ya que el Athletic eliminó al Madrid, pues toca apoyar al Athletic".
El grupo, que charla amistosamente en torno a una mesa con distintas viandas, descubre algunos entresijos, secretos que no lo son tanto de unos y otros. Adrián, uno de los más veteranos, hace memoria y, orgulloso, recuerda que su sentimiento por el Athletic nació por una camiseta. "Tenía tres años y me regalaron la última camiseta que quedaba en la tienda. Era del Athletic, casualidad. Pero si llega a ser verde y blanca me habría hecho del Betis. Pero no tocó y aquí sigo", relata entre risas. Su peña, la Plana Baixa, presidida por Rodri, un joven de 28 años que ha heredado de su padre el amor por el Athletic, está de enhorabuena, inmersa en los festejos de su 25º aniversario. Los celebrarán coincidiendo con el encuentro entre el Villarreal y el Athletic de principios de abril.
Los horarios
La charla, que se prolonga durante más de una hora, da para tocar distintos palos. El tema de los horarios, cómo no, no tarda en salir a la palestra. "Estamos hartos". La queja les sale al unísono. "No hay derecho a que nos hagan jugar tantos lunes. No solo es un fastidio para la afición del Athletic en Bizkaia, también para nosotros, que no podemos ir a ver un partido un lunes. Ahora, cuando organizamos un desplazamiento a Bilbao, tenemos que ver que coincida con un puente en lunes festivo. De lo contrario es súper complicado. Además, con tan poco margen, nos es difícil conseguir entradas".
Este hecho, además del covid, les ha impedido disfrutar del ambiente de Bilbao, de las previas en Poza y alrededores: "Lo echamos de menos. Además, aquí en Valencia el ambiente de antes de los partidos no se parece en nada al que tenemos en Bilbao". Sea como fuere, este miércoles intentarán que sus cánticos conduzcan al Athletic a una nueva final de Copa, que sería la tercera consecutiva. "¡Vamos a pasar a la final!".