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Valverde lo fía todo a un único plan

La alineación escogida para jugar en Getafe confirma que no contempla alternativa a su equipo tipo, algo que se viene intuyendo desde el verano
Iker Muniain se quita la camiseta al final del partido ante el Getafe para regalársela a los aficionados que se desplazaron al Coliseum.

Como no fue el caso, pues es imposible saber qué hubiese sucedido si, como podía preverse, el Athletic se presenta en el Coliseum con una alineación distinta a lo habitual. También hubiera sido interesante comprobar las reacciones en el supuesto de que el partido hubiese terminado como lo hizo, con empate a dos goles tras disponer de dos ventajas, si Ernesto Valverde se hubiese decidido por un plan B, esto es, por sacar un equipo que incluyese una serie de cambios que se considerarían como una rotación o apuesta alternativa. El entrenador no concedió dicho margen en una prueba palpable de que para él existe una única opción, su plan A, lo cual obliga a analizar el resultado y el rendimiento atendiendo a su decisión de volver a jugar prácticamente con los de siempre.

El Getafe - Athletic, en imágenes AFP

Que el empate y el desarrollo del juego no fueron satisfactorios será probablemente compartido por casi todo el mundo que sigue al Athletic. Por si hubiese un atisbo de duda sobre lo que hizo o dejó de hacer el equipo, basta con escuchar las opiniones del propio Valverde tras el partido. No le gustó y se quedó con las ganas porque volvió a catar la sensación de que fue una “ocasión perdida”. En el Sánchez Pizjuán masticó idéntica conclusión: pudiendo ganar hubo que conformarse con un empate.

Pero lo más llamativo del episodio del martes, fue el razonamiento empleado por Valverde para justificar que el once únicamente registrase dos variaciones respecto a jornadas previas. Vivian jugó en el lugar de un Yeray aquejado de una sobrecarga ante el Atlético, por lo que habría que hablar de una modificación si no forzosa sí aconsejable, y Herrera estrenó titularidad en detrimento de Berenguer, de forma que Muniain se vio desplazado a la banda mientras en la medular se juntaron Vesga, Herrera y Sancet. “Es verdad que he hecho pocos cambios, pero bueno, creo que es la primera vez que jugamos con este margen de tres días y he pensado que era lo mejor. Al final, cuando juegas en Europa tienes que jugar cada tres o cuatro días y si queremos hacerlo tenemos que estar dispuestos a ello”, fue la explicación ofrecida.

Bueno, explicar no deja de ser una forma de hablar porque lo que se dice explicar no explicó nada. Sencillamente estimó que lo que más convenía era dejar las cosas como están y seguir con la dinámica establecida desde agosto. Por supuesto que era la primera vez en que el calendario se apretaba, pero realizar una defensa de su criterio apelando a que si compites en Europa a menudo hay que jugar entre semana, aparte de una obviedad, nada tiene que ver con la realidad que vive el Athletic, que se sepa inscrito para participar en liga y en Copa, nada más. Así que reforzar su postura con lo de “si queremos hacerlo”, se entiende que tener plaza continental la próxima campaña, “tenemos que estar dispuestos a ello”, no viene a cuento.

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Asimismo, apuntó que “ahora hay cinco días de margen”, en referencia a la distancia que separa la visita al Getafe de la que el domingo habrá que cursar al Barcelona, en lo que sonó como un anticipo de que en el Camp Nou de nuevo se decantará por elegir a sus favoritos para diseñar la formación. Ya se verá, pero los resultados recientes y los problemas detectados frente a Sevilla, Atlético y Getafe, son únicamente imputables al responsable y a los fijos, aquellos que no paran de sumar minutos mientras buena parte de la plantilla entra el campo normalmente sin tiempo material para engancharse al ritmo de los encuentros o, directamente, en situaciones comprometidas, con el equipo apurado por el marcador o inmerso en problemas de compleja resolución.

En definitiva, con sus decisiones en las diez jornadas celebradas Valverde viene a confirmar su convencimiento en que el funcionamiento del Athletic depende de un once tipo, un bloque donde apenas halla espacio para probar cosas distintas o contar con jugadores abocados a esperar turno pacientemente aunque apunten detalles interesantes. Todo ello al margen de que las cosas salgan estupendamente o lo contrario, como en las tres últimas citas.

21/10/2022