Todo tiene un principio y un final. La era Imanol Alguacil, aunque todavía le queda un partido en el Bernabéu el próximo fin de semana, tocó a su fin ayer en Anoeta. Y lo hizo a lo grande, como no podía ser de otra manera, con el agradecimiento mutuo entre entrenador y afición, y el cariño inmenso que se ha ganado en las seis campañas que ha estado al frente del banquillo txuri urdin.
Lo de menos fue el partido aunque se trataba de ganar para que la despedida fuera todavía más feliz. Y se hizo, con una Real Sociedad que jugó mejor en la primera parte y que se vino abajo en la segunda, donde el Girona fue superior. El partido iba para empate hasta que en el tramo final del choque apareció Mariezkurrena que, con un zurdazo, hizo el tercero y dejó los puntos en casa. Tiene gol este futbolista.
Después llegó la vuelta al campo de Imanol, los abrazos con sus futbolistas, el choque de manos con la afición y el reconocimiento a una etapa muy brillante en lo que a resultados respecta. Imanol se va con un título de Copa y cinco clasificaciones europeas consecutivas, y esto son palabras mayores en el fútbol actual. La temporada actual no ha salido como se esperaba. El objetivo europeo queda aparcado para la siguiente en la que el nuevo técnico, Sergio Francisco, tendrá el reto de devolver a la Real a esa realidad europea con la que debe convivir más pronto que tarde. El crecimiento del club a todos los niveles lo exige.