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La tripulación de un petrolero sancionado por Estados Unidos pintó una bandera rusa en el casco del buque mientras huía de las fuerzas estadounidenses en aguas del Caribe, en un aparente intento de obtener protección de Moscú y eludir a Washington, según informaron dos funcionarios estadounidenses a The New York Times.
La Guardia Costera de EE.UU. llevó a cabo una “persecución activa” el pasado domingo 21 de diciembre para interceptar al petrolero Bella 1, de bandera panameña y vinculado presuntamente a Irán, según el Departamento del Tesoro.
Cambio de ruta y flota fantasma
Durante la huida, los tripulantes del Bella 1 pintaron la bandera rusa y posteriormente reclamaron nacionalidad rusa, según el diario estadounidense.
El barco habría modificado su rumbo hacia el noroeste, alejándose del Mediterráneo, con posibles destinos como Groenlandia o Islandia, y sin transportar carga.
Un funcionario estadounidense consultado por EFE aseguró que el buque estaba “enarbolando una bandera falsa”, se encontraba bajo una orden judicial de incautación y formaba parte de la denominada “flota fantasma” venezolana, dedicada al transporte de crudo sancionado.
Presión de Washington sobre Venezuela
El Bella 1 sería el tercer petrolero que Estados Unidos intenta interceptar dentro de la campaña de presión del presidente Donald Trump contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
El pasado 10 de diciembre, Washington incautó el buque sancionado Skipper y confiscó su cargamento de crudo. Días después, Trump ordenó un bloqueo total a la entrada y salida de buques petroleros sancionados por EE.UU. Desde agosto, el país mantiene además un amplio despliegue militar antidrogas, en el que se han destruido unas 30 lanchas presuntamente vinculadas al narcotráfico y han muerto más de un centenar de tripulantes, según cifras oficiales.