Tryggvi Hlinason sufre una rotura en el gemelo y es duda para el final de temporada

A solo tres partidos para que finalice la temporada regular en la Liga Endesa, el Bilbao Basket ha recibido un revés en su rotación interior. El club ha comunicado que su pívot islandés, Tryggvi Hlinason, sufre una pequeña rotura mioaponeurótica del gemelo distal interno de su pierna derecha, una lesión que lo convierte en seria duda para los encuentros decisivos que restan.

El parte médico emitido por el conjunto bilbaíno indica que el pronóstico está "pendiente de evolución", lo que implica que su participación en los últimos compromisos dependerá de cómo responda al tratamiento en los próximos días. La dolencia, de carácter muscular, se ha producido en un momento especialmente delicado para el equipo, que lucha por cerrar la temporada con buen sabor de boca y consolidar su posición en la tabla.

Tryggvi Hlinason, de 2,15 metros de altura y 26 años, ha sido una pieza fundamental en el esquema de Jaume Ponsarnau durante la campaña. Su presencia en la pintura, tanto en defensa como en ataque, ha sido clave en múltiples partidos. El pívot islandés, conocido por su capacidad intimidadora bajo el aro y su intensidad física, ha promediado cifras destacadas durante esta temporada, siendo uno de los jugadores más regulares del conjunto bilbaíno.

La lesión llega en un tramo del calendario donde cada victoria cuenta. Bilbao Basket encara tres partidos finales (Basket Zaragoza, Baskonia y Barcelona) que podrían definir su posición en la clasificación, e incluso sus opciones de disputar competición europea la próxima campaña. Sin Hlinason, el cuerpo técnico tendrá que reorganizar la rotación interior, posiblemente dando más minutos a Amar Sylla y Denzel Andersson, además de valorar la participación de jóvenes del filial o recurrir a ajustes tácticos.

Desde el club no se ha querido fijar un plazo concreto para su regreso, insistiendo en que dependerá de la evolución de la lesión y de cómo responda Hlinason a los tratamientos y pruebas funcionales. Por el momento, el jugador ya ha comenzado con un proceso de recuperación supervisado por los servicios médicos del equipo.

La afición bilbaína, siempre entregada, confía en una pronta recuperación del jugador y espera poder verlo nuevamente en la cancha antes del cierre de temporada. Mientras tanto, el Bilbao Basket se prepara para afrontar sus últimos retos con determinación, sabiendo que la recta final exige el máximo compromiso colectivo.

El primer compromiso sin Hlinason será una prueba de fuego para medir la capacidad de adaptación del equipo sin uno de sus referentes en la pintura.