Los tres puntos, la portería a cero y la falta de gol

La Real Sociedad ya ha ganado esta temporada. Su victoria de ayer ante el Mallorca le quita una etiqueta muy pesada de llevar como era la de no haber superado a ningún adversario hasta la fecha. Sumar tres puntos de una tacada le permite salir de los puestos de descenso que, aunque fuera una situación anecdótica, no dejaba de molestar.

El triunfo llegó por la vía de ser superior al rival desde el inicio. Tiene mucho trabajo Jagoba Arrasate con ese equipo. La Real dispuso de numerosas ocasiones para no pasar apuros al final, pero si no haces el segundo ocurre lo que ocurre, que el contrario sin nada que defender ataca en tromba y a la desesperada para lograr el empate.

No lo consiguió el Mallorca por los pelos. Reclamó dos penaltis, uno de Aramburu que trabó el tobillo de un delantero del Mallorca dentro del área y que pudo ser, y otro por una mano de Barrene, el mejor del partido de largo, que no lo fue al tener pegada la articulación al cuerpo. El VAR puso justicia a la decisión inicial del árbitro de señalar el punto fatídico.

Pero antes de todo esto la Real tuvo ocasiones de sobra para sentenciar. Un remate de cabeza de Aramburu que falló cuando lo más fácil era meter el balón dentro, dos tiros de Barrene que se fueron fuera, otra de Kubo, una más de Soler, incluso un remate de Caleta-Car, fueron las más claras.

Al final, quedó la sensación de alivió por lo que supone ganar, por lo que respecta al primer partido en el que Remiro no encaja gol alguno. También hubo aspectos no tan destacables como la falta de gol del equipo. Sigue siendo la gran asignatura pendiente.