Bilbao Basket se prepara para vivir este domingo en Miribilla (18:00 horas) su primer gran examen de la temporada ante el San Pablo Burgos. Después del debut en Málaga frente a Unicaja, Jaume Ponsarnau afronta el estreno en casa con más optimismo y la sensación de que el equipo empieza a consolidar su identidad. "Tenemos más ganas que la semana pasada, sobre todo porque sientes que el equipo está más trabajado, más madurado y con más convicciones de que vamos a ser más competitivos", aseguró el técnico en la previa del encuentro.
El entrenador catalán reconoció que el estreno liguero fue complicado, pero también "útil para tomarle el pulso a un grupo que todavía se está conociendo. Ante Unicaja íbamos un poco desnudos en muchas cosas, con pocas confianzas construidas como colectivo, y eso te hace sentir frágil. Pero el partido salió mejor de lo esperado, sobre todo porque las individualidades respondieron bien en momentos clave", valoró.
Ponsarnau destacó que el equipo ha dado un paso adelante durante la semana de trabajo. "Estamos mejorando, somos cada vez un poquito mejor equipo, jugamos más en la misma página. Este domingo es un buen paso para consolidar eso. Nos queda mucho, pero las sensaciones son muy productivas", subrayó.
El duelo ante Burgos tendrá un componente especial: será el debut en Miribilla para siete de los jugadores de la plantilla. "Para muchos será su primera experiencia con nuestra gente, y eso puede marcar, positiva o negativamente. En casa queremos ser tan competitivos como siempre y conectar con la grada. Lo de Málaga fue casi un ensayo general; ahora empieza la acción de verdad", apuntó el entrenador.
El Bilbao Basket llega al encuentro con una buena noticia: toda la plantilla disponible salvo Bassala, que sigue de baja. "Esta semana todo el mundo ha entrenado sin limitaciones, excepto Bassala. Eso refuerza las sensaciones de que estamos avanzando", explicó Ponsarnau.
Respecto al rival, el técnico mostró un respeto máximo hacia el conjunto burgalés. "San Pablo Burgos tiene una propuesta de juego muy buena, con cosas complejas y difíciles de defender. El otro día ganaron con determinación y confianza, aprovechando muy bien su acierto y su mentalidad. Es un equipo que puede hacerlo muy bien", advirtió.
El preparador bilbaíno destacó además "la continuidad del bloque burgalés y su ritmo alto de juego. Mantienen la identidad del año pasado, con compromiso defensivo y ganas de correr. Tienen jugadores con muchas virtudes en campo abierto y una propuesta muy rica".
En cuanto al proceso de adaptación de sus nuevos jugadores, Ponsarnau pidió paciencia. "Es normal que algunos pagaran peaje en Málaga. Todos los anotadores son ansiosos, quieren aportar rápido. Pero nosotros queremos a un Justin Jaworski agresivo, que tire aunque falle. Ese es su valor, y habrá días en los que marcará diferencias", señaló.
El técnico también quiso enfatizar la ambición del equipo sin perder de vista la realidad. "Yo quiero ganarlo todo: la liga, los playoffs, jugar la Copa... Pero lo más importante es que ese deseo sirva como estímulo para trabajar cada día. Para jugar la Copa hay que ganar el siguiente partido, y para eso hay que venir a entrenar a tope", reflexionó.
Con una exigente racha de seis semanas de doble jornada por delante, el Bilbao Basket encara un tramo clave de la temporada. "Hemos tenido que ajustar muchas cosas en poco tiempo. La baja de Basala nos ha obligado a acelerar polivalencias sin madurarlas del todo, pero el compromiso del grupo es muy bueno", aseguró.
Por último, Ponsarnau subrayó el papel que jugará la afición en Miribilla: "Ellos también vienen con mucha gente, y habrá un gran ambiente. Nuestra gente tiene que jugar con nosotros. Aprender a hacerlo juntos, equipo y grada, es uno de los objetivos más importantes de este domingo".