Con un botín muy pobre de dos puntos en cuatro jornadas, la Real Sociedad protagoniza el peor inicio de un campeonato en la última década. Sus resultados, lejos de lo que podía esperarse de un equipo que ambiciona pelear por los puestos europeos, sigue dejando muy fríos a los aficionados que, para nada, esperaban ver a su equipo al borde de los puestos de descenso. Incluso, si esta noche el Mallorca derrota al Espanyol, la Real entraría en esas posiciones.
Hay dos axiomas a los que se agarran los más optimistas. El primero no deja de ser el habitual. Esto acaba de comenzar y todavía queda mucho. Y es verdad. Solo se llevan disputados cuatro partidos y quedan, ni más ni menos, que 34. Tiempo suficiente para reaccionar.
Y el otro mensaje positivo tiene que ver con los refuerzos llegados. Por lo menos alguno de ellos. Sin ir más lejos, los minutos de Carlos Soler en la última parte del encuentro contra el Real Madrid supusieron un soplo de aire fresco para el equipo. Se notó su presencia para bien. al igual que se espera que Yangel Herrera aporte esa contundencia y jerarquía que el equipo necesita en el centro del campo.
Con todo lo anterior, lo cierto es que el arranque no ha podido ser peor. Derrota contra el Real Madrid, algo que se puede considerar lógico, pero solo dos empates ante equipos a priori inferiores como Valencia y Espanyol, este en casa, y derrota contra el Oviedo, un recién ascendido que tendrá problemas para mantener la categoría.
De esta forma, el duelo del viernes contra el Betis en Sevilla adquiere una mayor importancia se cabe. En teoría es un rival directo, tanto el Betis como otros equipos que empiezan a poner una ventaja importante a las primeras de cambios con respecto a la Real. Esta es la urgencia, aunque solo se lleven cuatro jornadas disputadas.