Pablo González Fuertes se retiró del arbitraje con un penalti en el minuto 93 y una sonora pitada

La de Óscar de Marcos no fue la única despedida ayer en San Mamés. El colegiado asturiano Pablo González Fuertes dejó ayer el arbitraje de campo en La Catedral con un penalti en contra de los rojiblancos en el minuto 93. A sus 44 años, el colegiado gijonés eligió el Athletic - FC Barcelona como su último partido en activo antes de pasar a formar parte del equipo de colegiados destinados a la sala VAR.

Penalti

El trencilla asturiano intentó sobrellevar el encuentro sin castigar con cartulina acciones duras que bien podían haber conllevado sanción como un pisotón de Cubarsí o una acción de Yuri con Lamine Yamal. Finalmente solo amonestó al de Zarautz en la segunda mitad por una dura entrada a Lewandoski.

Con el partido llegando a su fin, Dani Olmo le ganó la espalda al lateral y fue zancadilleado por Yuri dentro del área. Consciente de que era su última acción como árbitro profesional, González Fuertes no señaló nada en directo pero rápidamente fue requerido desde el VAR. 

El asturiano acudió al monitor con el consiguiente cabreo por parte de la afición del Athletic y señaló la pena máxima que supuso el definitivo 0-3. En el audio del VAR difundido por la RFEF, González Fuertes señala penalti y modifica su decisión cuando habla de sanción disciplinaria al ser Yuri el futbolista que ya estaba amonestado. "Me voy con penalti y dame sanción disciplinaria, el número por favor, sería DOGSO con disputa", comunicó el colegiado asturiano a Del Cerro Grande.

Tras ofrecerle desde la sala VAR la imagen de la camiseta de Yuri como infractor, González Fuertes pide una segunda toma para "ver si el 15 llega". "Vale, para mi prometedor porque llegaría el 15, voy a pitar penalti sin tarjeta", concluyó finalmente el árbitro.

Despedida

Tras pitar el final del encuentro y aún con la afición enfadada por la decisión de señalar pena máxima en la última acción de la temporada, el colegiado se fundió en un abrazo con su cuerpo arbitral y se dirigió a la grada para saludar al público y despedirse de los terrenos de juego. Tras repartir numerosos abrazos con la práctica totalidad de futbolistas de ambos equipos, González Fuertes se retiró a los vestuarios mientras recibía una sonora pitada del público rojiblanco. Visiblemente emocionado, el asturiano encaró las escalerillas de acceso a los vestuarios por última vez en la temporada. En el túnel de vestuarios, todos los miembros del colectivo arbitral se reunieron en torno a Óscar de Marcos para entregar un obsequio de parte de los árbitros y una carta firmada por Luis Medina Cantalejo.