El Athletic afronta una cita crucial en la República Checa, una salida marcada en rojo no solo por la importancia de los puntos para seguir en los puestos de privilegio de la competición, sino por las particulares condiciones que rodean al encuentro. Para desgranar qué se van a encontrar los de Valverde, en Onda Vasca hemos charlado con Pablo González, futbolista que conoce como pocos ese fútbol tras su paso por el Dukla Praga y el Sigma Olomouc. Desde su actual destino en Chipre, el andaluz advierte de que "en Praga no solo juega el rival, juega el termómetro".
El "otro" rival: un frío bajo cero
Aunque el césped pueda estar en perfectas condiciones como asegura González, el clima es el primer gran obstáculo. Estamos en noviembre, pero en la capital checa el invierno ya ha dejado un manto blanco y temperaturas gélidas. "Hace mucho frío, las temperaturas bajan mucho y hay que abrigarse bien", ha reflexionado el futbolista, quien recuerda haber jugado partidos allí con el termómetro marcando "menos cinco o menos siete grados". Un escenario frío que desde primera hora de la mañana están esforzándose por contrarrestar los más de mil aficionados desplazados.
El bloque
En lo puramente futbolístico, el análisis de Pablo González dibuja a un rival que ha mutado respecto a las generaciones doradas de los Nedved o Rosicky. "Ya no hay grandes individualidades que deslumbren técnicamente, el peligro reside ahora en lo colectivo. Su fortaleza es el grupo. Son muy fuertes a nivel defensivo, se ayudan mucho y pelean", ha detallado el exfutbolista del Dukla.
A estas alturas de temporada, los equipos checos destacan por ser "equipos muy trabajados a los que es muy difícil meterles mano". Sin embargo, Pablo González ha explicado que estos equipos "están acostumbrados a tener la posesión... cuando llegan a Europa y tienen que correr detrás del balón, les cuesta".
Ambiente
Al igual que Valverde, el que fuera visitante en el Eden Arena ha advertido de que quien esté pensando "en un público frío se equivoca". El Athletic se va a encontrar un estadio que aprieta de verdad. González ha destacado el salto de calidad que han dado clubes como el Slavia "en marketing y animación", convirtiendo sus estadios en calderas: "Llenan los estadios cada fin de semana y montan unos tifos que son impresionantes de ver", ha explicado González.