OPINIÓN | En Modo avión

Ese es el estado natural de los Williams. Lo suyo es volar, alto, bajo, qué más da. Iñaki y Nico juegan a otra velocidad. Los rivales quieren pararles pero no pueden, es imposible. Son buenos para su entrenador y compañeros y malos, muy malos para los rivales. Encima y eso duele mucho, sonríen permanentemente. En el scouting rival sus nombres siempre están en la pizarra y sus marcadores antes de los partidos asienten con la cabeza pensando que han encontrado la fórmula para frenarlos. Una vez arranca el partido la cruda realidad se les viene encima.

Iñaki ha pasado de dar el biberón a su hermano a darle pases de gol. Nico le mira como a un padre y su amatxu vive tranquila sabiendo que los dos están juntos. Es sábado por la noche y en la concentración les basta un teléfono para llamarla. María que dio su vida para dar una oportunidad a Iñaki, estaba en su tripa, respira aliviada viendo que ese sueño se ha hecho realidad y sus expectativas superan con creces lo que en su día le contaron que podía ser.

El Athletic enamora y sus futbolistas están a un paso de hacer historia. La final de la Cartuja el seis de abril volverá a ser una fiesta para toda la afición rojiblanca. El precio de los hoteles se ha disparado y el viaje en avión es un lujo que pocos se pueden permitir. Pese a eso una vez más, las entradas no llegarán para prácticamente nada y ya se empieza a buscar la vida el personal por fuera. El sorteo de socios va a ser más importante que el de la lotería de navidad.

Valverde tiene ahora algo más de un mes junto con su cuerpo técnico para llevar de la mejor manera a sus jugadores a esta final ante el Mallorca. La liga da de comer pero una vez llegados aquí el premio es muy suculento como para no priorizar el estado físico. El técnico lo está bordando y la confianza en él es máxima. Por supuesto qué decir del equipo. El rendimiento de este grupo está fuera de toda duda, ya sólo hace falta que no pase nada anómalo y todo puedan llegan de la mejor manera. Aupa Athletic.