Actualizado hace 4 minutos
Las manchas de humedad y moho en abrigos y chaquetas guardados en el armario son uno de los clásicos tras estar encerradas en el armario durante todo el año. No es casual, ya que la combinación de poca ventilación, ropa guardada aún con algo de humedad y exceso de condensación es el caldo de cultivo perfecto para que aparezcan hongos, olor fuerte y esas marcas oscuras o amarillentas tan difíciles de quitar.
En uno de sus últimos contenidos, una seguidora escribe a La Ordenatriz por mensaje directo de Instagram pidiéndole ayuda con una chaqueta de poliéster que ha salido del armario con manchas de humedad. Begoña, La Ordenatriz en redes sociales, propone un tratamiento muy concreto en la línea de sus ya conocidas fórmulas caseras.
El método de La Ordenatriz
El punto de partida de la experta pasa por preparar una mezcla a partes iguales de amoniaco y agua en un recipiente. Siempre usando guantes, con las ventanas abiertas y alejando la mezcla de niños y mascotas. Como se sabe, el amoniaco es un producto muy eficaz, pero hay que tratarlo con respeto y no mezclarlo nunca con lejía ni otros limpiadores fuertes.
A partir de ahí, la clave está en la aplicación. Sobre la chaqueta de poliéster manchada por la humedad, recomienda usar una bayeta de microfibra limpia, ligeramente humedecida en la mezcla. No se trata de empapar la prenda, sino de trabajar la mancha a toques, sin frotar con demasiada energía para no dañar el tejido ni arrastrar el color. Primero se prueba en una zona poco visible para comprobar que el tejido no destiñe ni se apaga.
Historia de La Ordenatriz
Una vez visto que la prenda responde bien, se va pasando la bayeta por las zonas con manchas de humedad y moho, insistiendo poco a poco hasta que la mancha va perdiendo fuerza. El amoniaco ayuda a despegar la suciedad adherida y a romper parte del hongo, mientras que el agua rebaja su fuerza para hacerlo más seguro sobre el poliéster.
Tras este trabajo manual, lo habitual es acabar con un lavado completo en lavadora, siguiendo las indicaciones de la etiqueta de la prenda. El lavado arrastra los restos de producto y termina de eliminar el olor a humedad. Después, es importante dejar secar la chaqueta al aire, bien extendida y en un lugar ventilado, nunca en un armario cerrado mientras aún guarda algo de humedad.
Atacar el problema de raíz
Por muy eficaz que sea el truco de La Ordenatriz, las manchas de humedad volverán si el armario sigue teniendo el mismo problema. Las recomendaciones sobre humedades en armarios son claras: revisar que no haya filtraciones o paredes frías donde condense el agua, evitar guardar ropa aún húmeda, no saturar el armario hasta el límite y ventilar con frecuencia, dejando las puertas abiertas y, si es posible, usando deshumidificadores o absorbentes específicos.
Vaciar el armario de vez en cuando, pasar un paño con agua y vinagre o con un limpiador suave por paredes y baldas y aprovechar para airear bien la habitación ayuda a reducir el riesgo de hongos y olores persistentes.