El jamón ibérico es un producto que, a buen seguro, no faltará en casi ninguna mesa en las comidas y cenas de Navidad. El sector vive un momento de esplendor y, tal y como ha explicado en Las mañanas de Onda Vasca Juan Luis Ortiz, secretario de la DOP Los Pedroches, las ventas en la campaña de 2025 han superado con creces los registros de años anteriores. Este crecimiento se debe a que el consumidor confía cada vez más en un sello de calidad que garantiza un producto indisolublemente ligado a su territorio.
La excelencia de este jamón nace en la dehesa de Los Pedroches, un ecosistema único donde más del 96% de los árboles son encinas que producen una bellota más dulce. A esto se suma un clima continental con veranos calurosos que provocan que el jamón "sude", permitiendo que la grasa se infiltre en las fibras y resulte mucho más jugoso.
A la hora de llevarlo a la mesa, Ortiz es tajante sobre cómo apreciar sus matices. Insiste en que el jamón debe consumirse siempre a temperatura ambiente, nunca frío, y cortado en lonchas muy finas para que los aromas se desplieguen al fundirse en la boca. En este sentido, subraya una regla de oro: "No tiene sentido degustar un jamón de bellota sin grasa, porque la grasa es la que lo hace diferente". Ortiz recomienda que cada loncha mantenga un equilibrio entre magro y tocino para disfrutar de la experiencia completa. Para el maridaje, sugiere vinos blancos, finos, generosos o cavas, cuya acidez armoniza con la grasa del ibérico. Asimismo, advierte al consumidor sobre la importancia de buscar el sello oficial para que "no te venga DOP liebre", asegurando así que se adquiere un auténtico producto de bellota 100% ibérico.