Un golpe en la rodilla derecha. Gesto preocupado en Unai Laso. Pierna dormida. Los fantasmas le susurran que es el mismo lugar en el que se lesionó, el tendón que se tuvo que operar en junio; inciden en que ha estado casi cinco meses parado por ello. Ademán de inquietud. Cosquilleo en la nuca. Cojera al retirarse a vestuarios. Se encienden las alarmas en Baiko. Minutos que parecen horas. En el retrovisor: que ha reaparecido hace apenas unas semanas, que está en su cuarto encuentro de rodaje.
Fueron las maneras de delantero de Jon Mariezkurrena las que provocaron este domingo el accidente en el Atano III de Donostia. El zaguero de Berriozar experimentó con el 16-11 en contra. A tumba abierta. Momentos de lucidez cerca del frontis en un partido de chaqué, chistera y monóculo. Probó un dos paredes con efecto, siguió con una dejada –en la que impactaron Jon Ander Albisu y Laso en la alcanzada– y zanjó de gancho con los dos pelotaris en el suelo. No solo de pegada vive el navarro.
Pese a los momentos de incertidumbre, Unai vuelve a la cancha aliviado, pero, como él mismo reconoció, “frío” y “sin tensión”. Iban 16-12. Partido encarrilado para el errotarra y Jon Ander Albisu, que estaban emitiendo muy buenas sensaciones ante Iker Larrazabal, romo a la hora de sacarse las castañas del fuego en los cuadros alegres, y un mayúsculo Mariezkurrena. Por fortuna, todo pareció quedar un susto.
Buen partido
Y el encuentro, duro, intenso y debatido a buen ritmo, cambió. Como del agua al vino. El joven delantero de Amurrio asumió responsabilidades en los cuadros alegres; sobre todo, a la hora de imponer trabajo, para lucimiento del manista de Berriozar, un tótem. Y es que, tímido en el inicio e inerme frente a Laso, dio un paso adelante cuando pintaban bastos.
Mariezkurrena demostró capacidad de sufrimiento en una contienda a contrapelo, en la que tuvo que acatar mucho trabajo –fue el manista que más pelotazos dio: 173, 51 por encima de su delantero– en un escenario hostil. Albisu completó un gran choque, exprimió al máximo al tallo de Berriozar que respondió con matrícula de honor. Además, deportista de carácter, el navarro acudió al rescate con su derecha de dinamitero para poner contra las cuerdas a su homólogo en la zaga y trató de sumarse al ataque con el dos paredes con el objetivo de rescatar a un tímido Larrazabal.
Larrazabal-Mariezkurrena II superan a Laso-Albisu en la tercera jornada del Campeonato de Parejas.