"Somos la comunidad que más invertimos en gasto social, son 1.203 euros en 2023, más del doble de la media estatal". Es la afirmación que ha dejado en ONDA VASCA la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco. "Es importante porque cuando hablamos de servicios sociales, no hablamos de ayudas y prestaciones, hablamos de todo", añade.
"Creo que la inversión en políticas sociales es positiva, primero, porque todos los ciudadanos y ciudadanas vascas tienen claro que quieren tener un país con una gran política de servicios sociales pública y por otra parte, es importante seguir siendo los pioneros en política social", afirma. "Estamos haciendo una labor de prevención y de atención y detección de determinadas necesidades que no tienen que ser solamente ayudas sociales, sino que estamos hablando de bienestar y de calidad de vida de nuestros ciudadanos y ciudadanas", destaca.
Pero los servicios sociales no implican únicamente ayudas directas como ha destacado Nerea Melgosa ya que matiza, la mayor inversión en políticas sociales públicas es una inversión para personas mayores, es decir, para residencias, para determinadas ayudas puntuales que necesitan, para dar también servicios en los centros de personas mayores, en los centros de jubilados, enumera.
En este sentido destaca la aplicación puesta en marcha por el Gobierno vasco que nos indica dónde pedir y qué tipo de ayuda existe según nuestras necesidades. "En algún momento de nuestra vida vamos a necesitar los servicios sociales o para nosotros o para nuestras familias o para nuestros chiquillos, para nuestros sobrinos o para quien sea. Al final vivimos una comunidad cuidadora y que nos cuida y esos son servicios sociales", explica.
Ventanilla única
Euskadi mantiene su liderazgo en el sistema público de servicios sociales, según el índice DEC 2024 pero eso no significa que no haya espacio de mejora. "Tenemos que intentar trabajar un poco más en dar unos datos determinado con el tema de la dependencia y por otro lado también en el tema de tener un único sistema de de servicios sociales desde el punto de vista de la ficha social", apunta.
"Cuando tú vas a Osakidetza, metes en tu tarjeta de identidad o también a través de la TIS y sabes perfectamente cuál es tu diagnóstico. Cuando has estado en el médico, a qué médico has ido, qué te ha recetado y demás cosas. Nosotros en este momento también queremos hacer lo mismo", avanza. Y es que tenemos la competencia foral, la competencia local de ayuntamientos, la competencia de gobierno vasco, "pero es verdad que esos esos sistemas muchas veces a la hora de trabajar tiene un sistema informático diferente. Estamos trabajando en un único sistema de información vasco de servicios sociales. Entonces, cuando tengamos eso y se seamos capaces de tener una especie de txartela, pues mejoraremos mucho más a la hora de la calidad de atención y sobre todo intentaremos buscar esas ventanillas únicas que muchas veces nos reclaman los ciudadanos y ciudadanas. Al ciudadano y la ciudadana le da igual quien le atiende, lo que quiere es que le atiendan", recalca.
Edad de Emantzipa
El Gobierno vasco ha anunciado que quiere bajar la edad mínima para acceder al programa Emantzipa de los 25 a los 23 años. Responde a una petición expresa de la juventud que considera que cuando la Administración interviene es demasiado tarde. "Tenemos que intentar incentivar esa emancipación cuando las personas estén o acabando la carrera o estén acabando un ciclo formativo", afirma.
"Hay chavales y chavalas que terminan la universidad o que están haciendo algún otro grado o están haciendo alguna experiencia formativa fuera de su casa, una experiencia vital, en el cual ya están fuera de casa de los aitas y de las amas porque igual están compartiendo piso y luego tienen que volver a casa. Pues vamos a intentar enganchar ese tema", señala
Lo que se busca es que no sea una emancipación momentánea. "Vemos que en Europa puede estar funcionando, que las personas cuando empiezan a desarrollar esa vida formativa académica no vuelven al hogar, por así decirlo, Entonces, vamos a intentar trabajarlo a ver qué qué pasa", resalta. De momenbto tiene que pasar los trámites burocráticos oportunos así que Nerea Melgosa espera que pueda ser aprobado en Consejo de Gobierno para finales de año.
Centro de refugiados de Arana
El Gobierno vasco ha sido muy crítico con el macrocentro que el Gobierno español va a poner en marcha en el barrio de Arana de Gasteiz porque choca frontalmente con el modelo de acogida vasco que está basado en el pacto vasco de migración que tiene un enfoque de derechos humanos. "Este centro no cumple ese requisito", afirma.
La consejera Nerea Melgosa no tira la toalla respecto a que pueda haber cambios. "El gobierno estará siempre dispuesto a dialogar para mejorar cualquier proyecto que venga bien y sobre todo que satisfaga a las necesidades y el bienestar del pueblo vasco", señala. "Creemos que la intervención siempre tiene que ser con un acompañamiento individualizado, que decir que las políticas sociales y las políticas migratorias o las políticas de inserción sociolaboral se tienen que hacer de uno en uno, no de grupo en grupo.
Reparto de menores extranjeros no acompañados
Preguntada por el reparto de menores extranjeros no acompañados insiste en pedir un plan de inmigración estructural con un calendario de actuaciones, con una memoria económica. "Estamos pendientes de que el ministerio competente en la materia nos diga las diferentes comunidades autónomas, cuántos menores, tristemente es así, nos toca o cuántos menores pueden llegar a la cada una de las comunidades autónomas", señala.
Ahora bien considera que es necesario trabajar de otra manera ante las comunidades autónomas que se niegan a acoger a esos migrantes. "Creo que tenemos que trabajarlo tranquilamente, creo que hay que sacar los micrófonos de determinadas salas, creo que hay que bajar los decibelios porque al final estamos hablando de niños y de niñas. y lo que no se puede hacer es en función de determinadas características que tengan estos niños y niñas, decir que acoges o no acoges", denuncia.
"Cuando nos metemos a un debate y a la crispación y a no diferenciar y nada es negociación y nada es consenso y nos dedicamos solo a hacer titulares pues tenemos un problema", apunta. "Yo lo que pido es hablar tranquilamente", señala porque "al final, cuando estamos hablando de los menores no acompañados, estamos hablando de una parte ínfima del tema de la política de la política pública migratoria". "Hemos explicado lo que hay que hacer. Entonces, bueno, si se quiere seguir explicándolo, perfecto. Pero, por favor, solucionémoslo ya", reclama.