Marcelino Elena Sierra (Gijón, 26 de septiembre de 1971) fue un central sobrio cuyo talento le permitió llegar hasta la internacionalidad. Y fue en su día, uno de los no muchos jugadores del fútbol estatal que probó suerte, y la tuvo, porque estuvo cuatro temporadas, en el Newcastle United tras triunfar, primero en el club que le vio nacer, el Sporting, y después en el Mallorca.
Perfecto conocedor de lo que el Athletic va a encontrarse mañana en Saint James´ Park, templo que le veneró durante el cambio de siglo, el ex-defensa asturiano ha valorado cuanto puede acontecer mañana en esa visita que va a rendirle el Athletic dentro de la cuarta jornada de la Fase Liga en la Champions League.
En la ciudad británica se le concede mucha importancia al choque porque "es una oportunidad de mostrarse como un club grande. En la Premier hay tantos equipos con argumentos para jugar en Europa quieren pasar de ronda y avanzar lo más lejos posible. Se están tomando esta Champions muy en serio y no me sorprende que le den tanta importancia" frente a un Athletic que es "muy respetado en Inglaterra. Sabéis de sobra que es admirado y que tiene mucho cariño de la gente del futbol. Yo le valoro y le tengo mucha estima", le ha comentado Marcelino a José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva' de ONDA VASCA.
Elena ha sacado una perfecta radiografía de este equipo que en campo ha perdido pero ante trasatlánticos como Arsenal, Liverpool y Barcelona. "Físicamente muy potente y con jugadores de nivel técnico. Individualmente muy buenos... Guimaraes, Elanga, Trippier, que lo conocemos del Atlético... en la Premier físicamente arrollador, con mucha envergadura y estatura. En casa juegan con una intensidad brutal que acaba arrodillando a los rivales" en un estadio del que Marcelino sabe de todos sus secretos: "Aprieta mucho y bien, con jugadores que sostienen el nivel durante todo el encuentro. Es muy fuerte al sentirse arropado y jaleado por su público".
"Empujan muchísimo y jugar allí es una pasada. El jugador se ve exigido, obligado a comportarse con el cien por cien y atacar de forma continuada. No darle pausa al partido, y eso a veces también le perjudica en partidos controlados porque se produce una fisura por la que el rival le puede hacer daño". En todo caso, el ex-componente de las urracas advierte de que habrá que prestar especial atención "si el partido es muy movido porque en las transiciones es fácil que acaben ganando ellos".