Buena noticia en el ámbito sanitario en Barakaldo... 30 años después, las y los vecinos que viven en el barrio de Cruces, muchos de ellos, viven literalmente delante de hospital, van a dejar de ser derivados al otro Hospital de Barakaldo, al de San Eloy, o al ambulatorio de la Felicidad, para ser atendidos en consultas especializadas y urgencias. Una situación que a todas luces resultaba kafkiana y totalmente incomprensible para las y los vecinos, y que generaba enfado sobre todo a personas mayores o con problemas de movilidad reducida que se veían obligadas a desplazarse teniendo que coger el metro o el autobús, sino una ambulancia, cuando tienen el hospital de Cruces, a escasos metros de sus casas.
Casi tres décadas después, esta situación va a cambiar, porque el Gobierno Vasco por fin toma cartas en el asunto. El consejero de Salud Alberto Martínez, confirmaba ayer entre otras mejoras, que va a llevar a cabo una reestructuración de esta OSI, aunque todavía ha concretado una fecha exacta para su entrada en vigor: "vamos a crecer en humanización, lo que significa poner a las personas en el centro, la reestructuración de las OSIS por la que los pacientes por ejemplo del barrio de Cruces, serán atendidos en el Hospital Universitario de Cruces".
En el marco del proceso de transformación del sistema sanitario, el consejero de Salud anunciaba otras medidas concretas: nuevo decreto de estructura con menos cargos directivos en favor de más asistenciales, o la creación de DATUA, la Oficina de Datos de Osakidetza y se ha constituido un grupo interdepartamental para preparar las condiciones de un Espacio de Datos en Salud de Euskadi, en coherencia con el espacio europeo y estatal". Además, Alberto Martínez, anuncia que próximamente se aprobará en Consejo de Gobierno una partida de 7 millones de euros para la Transformación Digital de Osakidetza".
En cuanto a las infraestructuras sanitarias, la directora general Lore Bilbao, explicaba que Osakidetza afronta la renovación y ampliación de sus principales hospitales (Basurto, Donostia, Galdakao, Txagorritxu, entre otros), así como la construcción de nuevas instalaciones como el Hospital público de Tolosa, el CAR, Centro de Alta Resolución de Durango o el edificio de protonterapia en Donostia, con una inversión histórica que superará los 1.300 millones de euros en los próximos 7 años.