Actualizado hace 7 minutos
El frío es el protagonista indiscutible de estos días. Ya metidos en diciembre, las calles registran temperaturas muy bajas y eso se nota también dentro de casa. Muchos hogares siguen tirando de la calefacción tradicional casi por costumbre, sin pensar que puede haber opciones igual de prácticas y más baratas. Una de ellas está en Lidl: el calentador térmico de pared Tronic, un aparato pensado para calentar rápido una estancia sin gastar mucho dinero. La idea es simple: enchufarlo y tener calor en poco tiempo, sin obras ni instalaciones complicadas, algo útil para días en los que el ambiente está especialmente helador.
Una opción ideal
Este calentador cerámico incorpora un calefactor PTC, una tecnología que alcanza la temperatura deseada en poco tiempo y la mantiene estable, sin altibajos. Además, cuenta con una oscilación activable que reparte el aire caliente de manera uniforme por la habitación, y tiene un sistema de apagado automático para evitar sobrecalentamientos.
El calentador cerámico de pared 1150 - 2000 W Tronic de Lidl
En cuanto a manejo, viene con una pantalla LED, termostato digital y temporizador integrado, así que puedes controlar tanto la intensidad como el tiempo de funcionamiento desde el propio panel, que es bastante intuitivo. También ofrece dos niveles de potencia, de unos 1150 y 2000 W, para ajustar el calor según el tamaño de la estancia o lo que necesites en cada momento, ya sea en el dormitorio, el baño o el salón. También incluye mando a distancia con batería, de modo que puedes regular la temperatura sin moverte del sofá o de la cama.
Otro punto a favor es su instalación: está diseñado para fijarse a la pared de forma sencilla y trae el material necesario para montarlo sin complicaciones. En tamaño tampoco molesta: mide 50 centímetros de ancho, 17 de alto y 11 de fondo, así que cabe bien incluso en espacios justos y se integra fácil en cualquier rincón.
Imagen del calentador cerámico de pared 1150 - 2000 W Tronic de Lidl
El precio es uno de sus grandes fuertes: 29,99 euros. Por ese dinero te llevas un aparato barato y práctico para calentar la casa sin disparar el gasto, con el plus de ser de una marca que suele funcionar bien en productos de hogar.
Una marca fiable
La historia de Lidl comienza en la década de 1930 en Alemania, cuando la familia Schwarz fundó la empresa Schwarz & Lidl, dedicada inicialmente a la distribución mayorista de alimentos. No fue hasta 1973, en la ciudad de Ludwigshafen, cuando abrió la primera tienda Lidl tal y como la conocemos hoy: un supermercado de descuento que ofrecía productos básicos de calidad a precios reducidos. Su modelo se basaba en tres pilares que siguen definiendo a la marca: eficiencia, sencillez y ahorro. Durante los años ochenta y noventa, Lidl inició una ambiciosa expansión por Europa, abriendo tiendas en Francia, Italia y España, donde aterrizó en 1994. En pocas décadas, pasó de ser una cadena regional alemana a una de las mayores empresas de distribución del mundo, con más de 12.000 establecimientos en más de 30 países.
Su éxito radica en un sistema logístico muy optimizado, una política de precios bajos y una estrategia de marcas propias que garantizan buena calidad sin intermediarios. En los últimos años, Lidl ha evolucionado hacia un modelo más sostenible, incorporando productos ecológicos, energías renovables en sus tiendas y reduciendo el uso de plásticos. Hoy es un referente del retail moderno, símbolo de cómo la eficiencia y la innovación pueden convivir con la conciencia ambiental y la cercanía al consumidor.