Vida y estilo

Las icónicas cimas de Euskal Herria para despedir el año o recibirlo

Recorremos toda nuestra geografía visitando las cimas más características para ascender tanto en Nochevieja como en Año Nuevo
Gorbea en Nochevieja
Gorbea en Nochevieja / Gonzalo Pérez Zunzunegui

Actualizado hace 5 minutos

Tanto el último día del año como el primero, en nuestra tierra tenemos una tradición que es encaramarnos a nuestras montañas. Es algo que va en la persona de quien habita estos parajes. Una unión de naturaleza y humanidad perfecta donde visualizar el año que entra y donde compartir la vivencia con los más cercanos.

Cuando el calendario marca el final del año, se enciende una tradición que va mucho más allá de una simple caminata por la montaña. Es un ritual que nos une a personas de todas las edades que buscamos despedir el año viejo y recibir el nuevo con el aire fresco de la naturaleza, con vistas que quitan el aliento y la compañía de amigos, familia o incluso desconocidos que comparten la misma ilusión. Estas ascensiones en Nochevieja y Año Nuevo no son solo un plan para hacer deporte o disfrutar del paisaje; son una forma de conectar con la tierra. Cada monte tiene su propia personalidad, su ambiente y su manera especial de hacer que esta experiencia sea inolvidable.

Ascensión al Gorbea.

Ascensión al Gorbea. IGU

Zaldiaran: identidad y cercanía a Vitoria-Gasteiz

Zaldiaran es ese monte que parece un vecino más de Vitoria-Gasteiz, tan cercano que muchos lo sienten como parte de su día a día. Subir Zaldiaran en Año Nuevo es un acto de identidad local que además el club de Montaña Gasteiz lo incluye en sus actividades anuales como un fijo. La ruta principal suele comenzar en el bosque de Armentia, aunque también se puede acceder desde el Puerto de Vitoria o desde Eskibel. Desde el bosque, el camino arranca con una suave subida por senderos que se adentran en bosques de pino y encina, donde el aire fresco y el aroma a tierra mojada acompañan cada paso. El terreno puede estar embarrado, especialmente si ha llovido, así que es importante llevar calzado adecuado. La subida es constante pero no excesivamente exigente, ideal para quienes buscan una caminata que combine naturaleza y tradición sin grandes complicaciones.

La Cruz del Zaldiaran nos espera en Año Nuevo

La Cruz del Zaldiaran nos espera en Año Nuevo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Por el camino se atraviesan zonas de bosque que ofrecen refugio del viento frío típico del invierno, y se puede disfrutar del canto de los pájaros y el crujir de las hojas bajo las botas. Al llegar al collado, el paisaje se abre y se empieza a vislumbrar la cima con sus antenas características, que se recortan contra el cielo gris o azul, según el día. La última parte de la ascensión es un tramo espectacular por un impresionante hayedo, que nos regalara la parte más bonita de la subida. La cima es un lugar de encuentro, donde grupos de amigos y familias se reúnen para compartir un brindis con algo caliente, como caldo o vino, y celebrar el fin y el comienzo de un nuevo ciclo. La experiencia en Zaldiaran es sencilla pero cargada de significado, es la combinación de naturaleza, tradición y compañía, que hace que esta ascensión sea un clásico imprescindible para quienes viven en Vitoria y sus alrededores.

Gorbea: el símbolo de Euskadi

El Gorbea es el gigante que une Bizkaia y Álava, y su cruz metálica es un icono que representa a toda Euskadi. Subir al Gorbea en Nochevieja o Año Nuevo es una experiencia que combina esfuerzo, emoción y camaradería. Las rutas principales parten desde Pagomakurre en Bizkaia o desde Murua/Sarria en Álava, con desniveles que pueden superar los 1.000 metros y tiempos de subida que van de 3,5 a 6 horas. El camino atraviesa campas expuestas y bosques, y el viento puede ser extremo, por lo que es imprescindible llevar crampones y ropa adecuada. La cima, con la cruz recortada contra el amanecer, es un espectáculo que recompensa todo el esfuerzo y crea un vínculo especial entre quienes comparten esta aventura.

Adarra: fiesta y vistas cerca de Donostia

En Gipuzkoa, el Adarra es el lugar elegido por muchas familias y cuadrillas para celebrar la llegada del año con energía y buen humor. La ruta comienza en el pequeño núcleo de Besabi, en Urnieta, un punto de partida que ya invita a la aventura. Desde aquí, el camino se adentra en un bosque de pinos donde el aire se llena del aroma característico de la resina y la humedad del invierno. El sendero es claro y bien marcado, aunque en esta época del año el barro puede hacer que la caminata sea un poco más exigente, por lo que es recomendable llevar calzado adecuado y bastones para mayor estabilidad.

El balcón natural del Adarra

El balcón natural del Adarra Gonzalo Pérez Zunzunegui

A medida que se avanza, el bosque se abre en campas amplias y verdes que en invierno pueden estar cubiertas de rocío o incluso de una ligera escarcha, creando un paisaje mágico y fresco. Estas campas son un lugar perfecto para hacer una parada, descansar y disfrutar de las vistas que empiezan a asomarse hacia el Cantábrico y los montes que rodean la costa guipuzcoana. La última parte de la ascensión es la más exigente, con una subida hacia la cima rocosa que requiere un poco más de esfuerzo y atención, especialmente si el terreno está húmedo o resbaladizo. La cima es un balcón natural desde donde se puede contemplar Donostia, el mar Cantábrico y la cadena montañosa que abraza la costa. Aquí el viento suele soplar con fuerza, pero también se siente la alegría de quienes llegan para brindar y celebrar el inicio de un nuevo año.

CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA 

Para quienes se animan a sumarse a estas ascensiones, algunos consejos prácticos pueden marcar la diferencia: madrugar para aprovechar la luz y encontrar aparcamiento, vestirse en capas térmicas para adaptarse al frío, llevar bastones para facilitar la subida, crampones ligeros para el hielo y un frontal para la oscuridad. Y no olvidar algo para celebrar: txistorra, caldo o vino caliente en termos que ayudan a entrar en calor y a brindar por un año nuevo lleno de aventuras.

Pagasarri: la montaña urbana de Bilbao

El Pagasarri es el monte urbano por excelencia, ese pulmón verde que conecta Bilbao con la naturaleza. La ascensión al Paga comienza en los barrios de Arraiz o Bentako Atea, puntos accesibles desde el centro de Bilbao que ya marcan el inicio de una experiencia que mezcla ciudad y naturaleza. El camino se abre paso entre pistas forestales amplias y bien señalizadas, ideales para un ritmo constante y cómodo, apto para familias y grupos de amigos.

En el buzón del Pagasarri

En el buzón del Pagasarri Gonzalo Pérez Zunzunegui

A medida que se avanza, el entorno se transforma en un bosque frondoso donde predominan los pinos y robles, y el suelo puede estar húmedo y embarrado, especialmente en invierno. El sonido de la ciudad queda atrás y la subida –bien por la pista o bien por senderos como el del camino viejo del Pagasarri o el que conecta con Errestaleku desde Arraiz para hacer la parte final por la cresta– es un disfrute continuo, acompañado de mucha gente, tanto el último día del año, como sobre todo el de Año Nuevo. El refugio de Pagasarri es un punto clave en la ruta, un lugar donde los caminantes suelen hacer una parada para reponer fuerzas, compartir historias y prepararse para el tramo final. Desde aquí, la subida es muy sencilla, tanto por el camino tradicional como directo por la campa, pero la recompensa, unos pocos cientos de metros más adelante, está en la cima, donde las vistas panorámicas de Bilbao y su entorno se despliegan en todo su esplendor.

Montejurra: historia y espiritualidad en Navarra

Montejurra, en Tierra Estella, es un monte con alma. Subirlo en Año Nuevo es como hacer un viaje en el tiempo, un gesto cargado de memoria y tradición. La ruta hacia Montejurra comienza en el entorno de Ayegui o Irache, lugares que ya transmiten un aire de calma y tradición. Desde el inicio, el sendero se adentra en un bosque de encinas robustas, cuyos troncos y forman un espectacular paisaje que nos acompaña en cada paso. El suelo, cubierto de hojas secas, ofrece un paso firme aunque en invierno puede estar frío y seco.

Buzón de Montejurra

Buzón de Montejurra Gonzalo Pérez Zunzunegui

A medida que se gana altura, el camino se vuelve más exigente, especialmente al llegar a la loma pedregosa que conduce a la cima. Aquí, el terreno cambia y obliga a prestar atención a cada paso, ya que las piedras pueden estar sueltas y el viento, más intenso, añade un desafío extra. La cima de Montejurra es un lugar cargado de simbolismo. Los restos históricos que se encuentran allí, junto con la cruz que corona el monte, son testigos mudos de la importancia cultural y espiritual que este lugar tiene para la región. Desde este punto, la vista se extiende sobre Tierra Estella, con sus campos, pueblos y montañas que parecen abrazar el horizonte.

Vista de la cima de Montejurra

Vista de la cima de Montejurra Gonzalo Pérez Zunzunegui

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Cierre: comunidad, paisaje y futuro

Estas ascensiones de Nochevieja y Año Nuevo no son solo rutas de montaña; son momentos que unen comunidad, paisaje y futuro. Cada monte tiene su propia historia, su ambiente y su manera de hacer que el paso del año sea algo para recordar. Son una invitación a despedir el año rodeado de naturaleza, buena compañía y la promesa de nuevas aventuras. Así que, si alguien busca una forma diferente y auténtica de empezar el 2026, estas ascensiones son una opción a tener en cuenta.

2025-12-26T18:45:04+01:00
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