Las cámaras vascas prevén un crecimiento del PIB del 2% en 2026, tres décimas menos de la expectativa para este año

Actualizado hace 4 minutos

Eusko Ganberak, la asociación que agrupa a las tres cámaras de comercio vascas, prevé un crecimiento del PIB para el año que viene del 2%, frente al 2,3% con el que calcula que se cerrará el año. Las empresas vascas muestran un "moderado optimismo" para el año que viene, con una recuperación de las exportaciones y el mantenimiento del empleo y las inversiones, aunque sin grandes alardes.

Los presidente de las tres cámaras vascas, Gregorio Rojo (Araba), Mauricio Arregui (Gipuzkoa) y José Ignacio Zudaire (Bizkaia) comparecieron hoy en Bilbao para exponer las previsiones que Eusko Ganberak ha hecho para eL año que viene a partir de la consulta a un total de 730 empresas vascas durante los meses de octubre y noviembre. Además, el acto sirvió también para que Rojo cediese la presidencia rotatoria de Eusko Ganberak a Zudaire, que ejercerá el cargo durante un período de dos años.

El tejido empresarial vasco parece haberse acostumbrado a vivir en medio de la incertidumbre. En su análisis, las cámaras de comercio subrayan que las empresas vascas manifiestan que la evolución de su actividad a lo largo de 2025 ha ido "por debajo de lo inicialmente previsto el año precedente" en ventas interiores, exportaciones y empleo, aunque manteniendo un saldo positivo salvo en las exportaciones.

Como condicionantes de la actividad empresarial, las empresas vuelven a citar los costes laborales como el factor que más influirá en su labor para el año que viene. Así, el 66,2% de las compañías los citan como el aspecto que más condicionará su actividad, seguido por la escasez de personal cualificado (47,6%) y las cargas regulatorias (26,4%). Las barreras comerciales, formuladas a través del proteccionismo que rige cada vez en mayor medida el panorama del comercio internacional, los precios de la energía y las condiciones de financiación aparecen también como otras de las variables que van a determinar el balance del año que viene.

En cuanto a la evolución prevista para 2026, el saldo de todas las categorías es inferior al de las previsiones para el año 2025 aunque, del mismo modo, mantienen un saldo positivo, con la excepción de las inversiones. Es decir, que pese a la incertidumbre -el tejido empresarial ha aprendido a convivir con ella-, existen factores que pueden ayudar a partir del año que viene, como un panorama arancelario más concreto una vez ya que se han definido las tasas por parte de la Administración Trump, unos precios energéticos más asequibles y la eliminación de barreras al comercio dentro del mercado único europeo.

Estos factores podrían ayudar a empujar el sector exterior, de importancia capital para la economía vasca dada la relevancia de las exportaciones. En este sentido, las expectativas para las exportaciones vascas son más positivas en comparación con los resultados esperados para 2025, lo que indica una "recuperación tentativa" del comercio internacional, según Eusko Ganberak. El 31,6% pronostica un ascenso en las ventas exteriores, siendo del 18,9% la proporción de empresas que prevén un descenso. El resto, un 49,5%, apunta a un mantenimiento de sus exportaciones.

Por otra parte, se espera que las ventas de las empresas vascas en el mercado estatal mantengan una tendencia positiva en 2026. Un 27,2% de las empresas consultadas por Eusko Ganberak afirma que incrementaran sus ventas interiores, mientras que el 17,4% prevé una disminución. El resto, un 55,4% apuesta por un mantenimiento. A juicio de la organización, "la moderación gradual de la inflación y una moderada disminución de los precios al consumo" son factores clave que respaldan las decisiones de gasto de los hogares y permiten que estas repunten en los próximos doce meses. Tal y como explicó Santiago Berrueco, director de la cámara alavesa, "el crecimiento de los salarios reales está contribuyendo a restaurar el poder adquisitivo de los hogares, fortaleciendo así la demanda interna".

Por otra parte, las expectativas de empleo en 2026 son de un mantenimiento de este en comparación con el año 2025. "La respuesta mayoritaria ha sido la de una estabilización de sus plantillas en 2026, el 82,4%, seguida de las empresas que prevén un incremento, el 9,4%, que los que opinan lo contrario, un 8,3%. Por sectores, la Industria y Servicios impulsarían la creación de empleo, mientras que la Construcción y el Comercio prevén una pérdida neta de empleo", destacan las cámaras.

No obstante, la baja tasa de desempleo podría enfrentarse a "dificultades a medio plazo" debido a la "persistente brecha de competencias y a los cambios estructurales en el mercado laboral asociados a las transiciones ecológica y digital". "Como las tendencias demográficas limitan la oferta laboral, las empresas pueden enfrentar mayores dificultades para ampliar la entrada de mano de obra durante los períodos de auge económico, lo que refuerza el incentivo para retener al personal", apuntaron las cámaras.

Con todo ello, la cautela va a volver a ser la guía que lleve el timón de las decisiones de las empresas vascas. "Las expectativas respecto al contexto económico para 2026 se mantienen en el mismo nivel, principalmente por las incertidumbres geopolíticas", señalan las previsiones. De hecho, el 57,9% cree que el contexto económico general se mantendrá igual que en 2025, pero el 28,6% esperan un peor contexto económico mientras que el 13,5% opina que en 2026 mejorará el clima empresarial en el que se desenvuelven.

Los responsables de las cámaras valoraron la apuesta del Gobierno vasco por la política industrial, así como el valor de la colaboración público-privada para afrontar los retos de la economía vasca, entre los que Zudaire citó las transiciones energética, digital y sociolaboral, siendo el reto de la atracción de talento y de consolidación del mercado laboral como las tareas más urgentes. "Las empresas manifiestan que les faltan trabajadores", apuntó Berrueco.