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Laboral Kutxa no prevé que Euskadi caiga en recesión en 2023

La entidad rebaja de un 2,7% a un 1,3% su estimación de crecimiento del PIB vasco para este año
La industria es el principal motor de la economía vasca.
La industria es el principal motor de la economía vasca.

Laboral Kutxa no prevé que Euskadi entre en recesión, aunque ha corregido a la baja su estimacion de crecimiento del PIB para 2023 de un 2,7% a un 1,3%.

Estas previsiones han sido dadas a conocer en una rueda de prensa ofrecida en Bilbao por el director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, Ibon Urgoiti, y el director del Departamento de Estudios de la entidad, Joseba Madariaga.

En la presentación en Bilbao del informe sobre las Perspectivas de la Economía Vasca para el año 2023, han subrayado que el escenario estará claramente marcado por la incertidumbre.

Ibon Urgoiti ha destacado que la guerra en Ucrania marcó el inicio de un escenario "complejo", sobre todo, en Europa con una inflación que ha cobrado un "elevado protagonismo" y un crecimiento económico que se ha "debilitado" a partir de la segunda mitad de 2022.

En concreto, Joseba Madariaga ha apuntado que, hasta el segundo trimestre del año, en los países desarrollados se han dado tasas de crecimiento elevadas y ha sido a partir del tercero cuando se ha dado una ralentización, ya que, según ha añadido, han desaparecido algunos de los "vientos de cola" que existían. En el caso del Estado español, ha precisado que, en comparación con los datos previos a la pandemia, la economía experimenta un "claro retroceso" en la recuperación respecto a países europeos.

Por su parte, el entorno más cercano se está viendo menos afectado por una crisis energética que creen que se prolongará en el tiempo y ello, junto con unos precios elevados y unos tipos de interés más altos, suponen un "lastre importante" para el crecimiento económico.

No obstante, los responsables de Laboral Kutxa han señalado que existen "contrapesos y soportes" como la importante bolsa de ahorro durante el bienio 2020-21 por las restricciones impuestas por la pandemia y la fortaleza del mercado laboral en España con un crecimiento "sano".

Madariaga ha manifestado que, desde 2019, por parte de las familias y del sector privado en el Estado español, ha habido un "importantísimo esfuerzo", que se ha traducido en una reducción del endeudamiento a niveles similares a los de la eurozona e incluso algo por debajo, y la tasa de ahorro en el citado bienio son las mayores desde 2000.

PREVISIONES

Laboral Kutxa estima, en este contexto, un crecimiento económico en Euskadi para 2023 del 1,3% -frente al 2,1 que estima el Gobierno vasco-, revisando a la baja su anterior estimación de verano que era del 2,7%, mientras que corrige al alza la de 2022 de un 3,6% a un 4,2%.

La previsión de la entidad es que la tasa de paro se sitúe en 2022 en el 8,4% en Euskadi y en 2023 en el 8,5%, con un crecimiento del empleo del 3,1% el pasado año y un 1,1% este ejercicio. Ante el hecho de que apunte una mayor tasa de paro en 2023, ha indicado que no son "modificaciones significativas" y no espera un "deterioro nada significativo del mercado laboral".

Ha explicado que, en todo caso, se debe a que el crecimiento del PIB vasco para 2023 estará por debajo del crecimiento potencial, que está un poco por encima del 1,5%. No obstante, ha insistido en que el mercado laboral va "muy bien" porque las empresas se están "resistiendo" a desprenderse de personal porque creen que la actividad repuntará y, si reducen plantilla, puede tener luego problemas para conseguir trabajadores ante el envejecimiento de la población y la falta de mano de obra.

Ese crecimiento de la economía vasca en 2023 será mayor que el previsto en el conjunto del Estado español (0,8%), mientras que en 2022 es menor, un 4,2% frente al 5,3% del Estado. En Navarra estiman para 2022 un crecimiento del 4,1% y para 2023 del 1,2%.

La revisión a la baja para la economía vasca el próximo año se debe a la desaceleración global, lo "elevado" del nivel de precios, las condiciones financieras "más duras" y las dificultades asociadas a la duración de la guerra y sus consecuencias en materia energética.

Joseba Madariaga ha señalado que en 2022 en Euskadi se ha producido una ralentización en el crecimiento de la economía, que deja la renta de la economía vasca un 0,7%, por debajo del nivel previo a la pandemia.

En el caso del empleo en Euskadi, es una "fortaleza", con un número de afiliados en "máximos de la serie", si bien en el tercer trimestre se aprecía una desaceleración y la tasa de paro se sitúo en el 8,3%.

En este escenario y tras apuntar que la media de distintas estimaciones para la eurozona es del -0,1% para 2023, no prevé una recesión ni en Euskadi ni en Navarra ni en el resto de España, aunque cree que es una posibilidad que no puede ser descartada, dada la actual incertidumbre en un contexto marcado por todavía por la alta inflación.

INFLACIÓN

Joseba Madariaga ha indicado que en el Estado español la inflación "tocó techo" en julio y, desde entonces, las tasas anuales han empezado a bajar. La estimación es una tasa del 8,4% en 2022 y del 3,9% en 2023.

En relación a la inflación subyacente, ha señalado que, si bien el índice general ha ido bajando, en este otro caso se ha estabilizado en el entorno el 6,7% y "le cuesta mucho más reaccionar". En el caso de Euskadi, la previsión de los precios apunta a una tasa del 8,1% en 2022 y un 4,1% en 2023.

A nivel internacional, ha apuntado que la cifra para la eurozona del IPC es del 8,5% en 2022 y en 2023 se espera que baje al 6,3%, con una diferencia ese año respecto a EE.UU. donde se estima un 4,1%, de manera que se constata que "el problema de la inflación es claramente más persistente en Europa", por lo que "queda abierta la posibilidad de subidas de tipos adicionales".

Según ha manifestado, unas tasas de crecimiento de los precios tan elevadas suponen "una mala noticia" para los consumidores, ya que las subidas de los precios "no van acompañadas de subidas salariales de la misma magnitud", lo que supone "una clara pérdida del poder adquisitivo".

SALARIOS

Respecto a si deben subir los salarios al nivel de la inflación, Madariaga ha apuntado que habría "margen" pero se ha preguntado "a dónde lleva eso". El responsables de Laboral Kutxa ha afirmado que, ante este escenario inflacionista, el BCE está actuando para "pararlo" y cree que lo logrará pero todos "perderán". A su juicio, la manera "más eficiente" para abordar este problema hubiera sido un "pacto de rentas".

En relación a la evolución de los tipos de interés, Joseba Madariaga ha asegurado que la respuesta de bancos centrales a ese aumento de la inflación ha sido un incremento de los tipos, que supone una "presión adicional" a las famlilias.

Según ha manifestado, es difícil saber la evolución que tendrán, pero las expectivas de tipos para el primer trimestre de 2023 es que la política monetaria "contractiva" será una realidad en Europa "tras un largo periodo en el que el carácter acomodaticio de la política trató de enfrentrar la crisis de 2009 y la de la deuda soberana de 2012".

Por su parte, Ibon Urgoiti ha subrayado que ese alza en los tipos de interés no está influyendo en el ritmo de inversión en el tejido empresarial vasco y ha añadido que la financiación bancaria "no está repercutiendo todavía la subida de los tipos, ni mucho menos".

A su juicio, la incertidumbre es el "elemento fundamental" para determinar las decisiones de inversión. En todo caso, cree que las empresas deben invertir en eficiencia energética y tranformación digital porque son "inversiones que aportan competitividad". En este sentido, desde Laboral Kutxa espera que se acelere la ejecución de los fondos Next. 

2023-01-12T13:53:37+01:00
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