La vuelta a la oficina tras el verano está marcada por una nueva tendencia en diseño de espacios de trabajo, el neurointeriorismo, una disciplina que aplica la neurociencia para mejorar el bienestar y la productividad de los empleados. Se trata de rediseñar los entornos laborales para que estimulen emociones positivas y reduzcan el estrés.
La consultora estratégica de espacios de trabajo y CEO de Ambientes MĀIA, Elisabeth Sudupe, ha asegurado en ONDA VASCA que el entorno físico influye directamente en el estado de ánimo, la concentración y en cómo nos relacionamos. Sudupe también ha destacado que un buen uso del espacio puede fomentar el trabajo en equipo y atraer o retener talento.