La vida de Coty Busso Gómez parece escrita con giros inesperados, desafíos extremos y una pasión que siempre encuentra un nuevo cauce. Nacida en Argentina, pero unida a Euskadi y España desde hace más de dos décadas, Coty pasó de ser una destacada deportista internacional en Softbol a convertirse en la fundadora de Perro Bueno, el centro de día para perros más grande de Madrid. Su historia es un testimonio vibrante de cómo el deporte forja el carácter y de cómo una tragedia puede transformar la vida hacia un propósito mayor: la defensa y el bienestar animal.
Coty Busso, una vida dedicada a los perros
Del softbol a Orio: una deuda de vida con Euskadi
En 2003, Coty llegó a España para jugar softbol, un deporte poco conocido en Argentina por entonces, pero en crecimiento en ambos países. Aunque fichada por el Atlético San Sebastián, un error en las fechas de viaje la dejó fuera de la convocatoria. Ese tropiezo la llevó a Orio, donde disputó la Copa de la Reina y encontró algo más que un equipo: un lugar al que llama su "familia vasca". "Euskadi me abrió los brazos y me regaló una vida nueva", recuerda.
Representó a Argentina y a España en campeonatos internacionales, pero en 2014, ya afincada en Madrid, un accidente con perros interrumpió su carrera deportiva.
El accidente que lo cambió todo
Criada en un hogar donde los animales siempre fueron parte de la familia, Coty se adentró en el mundo del trabajo canino con la confianza de una deportista de élite. Sin embargo, al intentar separar una pelea entre perros, perdió un dedo. El accidente, marcó un antes y un después. "Fue un aprendizaje total: a tener cuidado, a respetar, a entender que los perros no son juguetes", relata.
El nacimiento de Perro Bueno
La idea de fundar Perro Bueno no surgió como un sueño empresarial, sino como una necesidad. Obligada a hacerse cargo de su pitbull tras mudarse, buscó en Madrid un lugar donde pudieran cuidarlo con dignidad… pero lo que encontró no era lo que buscaba. Lo que empezó como una solución personal terminó convirtiéndose en el mayor centro de día para perros de la capital.
Con una filosofía sin jaulas y un enfoque de respeto absoluto, Perro Bueno recoge a los perros por la mañana y los devuelve por la tarde, garantizando compañía y bienestar a animales que de otro modo pasarían más de 12 horas solos. "No es solo un servicio para las familias; es una ayuda directa a los perros, que no están hechos para la soledad de nuestras vidas modernas", explica.
Comunidad, respeto y compromiso animalista
Más allá del negocio, Coty se ha convertido en una voz firme dentro del movimiento animalista. Aprendió la importancia de la responsabilidad gracias a protectoras como Dog Horse City y hoy defiende la colaboración por encima de los conflictos personales. "Los perros son lo más importante", recalca.
Su plataforma en redes sociales se ha convertido en una herramienta clave para fomentar adopciones y visibilizar la labor de distintas asociaciones.
Una conexión inexplicable
En 2023 participó en el programa El Conquistador de ETB, donde sobrevivió a más de 14 capítulos. Pero mientras vivía la experiencia extrema, sufrió uno de los momentos más duros de su vida: la pérdida de uno de sus perros, cuyo deterioro de salud coincidió con su ausencia. "Sentí un vacío tremendo, una angustia sin explicación. Supe que algo andaba mal", recuerda con emoción.
Una vida dedicada a los perros
Hoy, tras el deporte, los perros y los retos, Coty resume su filosofía en una frase tan sencilla como conmovedora: "Para mí, los perros son mi vida". Y añade una máxima que guía su camino y conmueve e inspira a quienes la escuchan: "La vida es un ratito".